Los Ángeles. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC por sus siglas en inglés), anunció hoy que ha alcanzado un acuerdo con Facebook que obligará a la red social a obtener el consentimiento expreso de sus usuarios antes de poder compartir su información privada, según un comunicado de ese organismo.
En 2011, la FTC recriminó a la empresa de Mark Zuckerberg por considerar que engañaba a los consumidores al decirles que podían mantener su información en privado y después permitir repetidamente que fuera hecha pública.
La queja de ese organismo federal se centraba en ocho prácticas referentes al tratamiento de la privacidad en la red social entre las que estaba la falta de transparencia de las herramientas que Facebook facilita al usuario para controlar con quién comparte datos como edad, localización, intereses y actualizaciones.
La FTC denunció que aunque el usuario se limitara compartir información con “solo amigos”, esa selección no tenía efecto cuando se trataba de las aplicaciones instaladas.
En noviembre de 2011, la FTC y Facebook llegaron a un principio de acuerdo para corregir esta situación, un compromiso que ha sido aprobado hoy definitivamente por la Comisión.
Lo pactado exige que Facebook tome varias medidas para asegurarse de que “mantiene sus promesas en el futuro, incluido dar a los consumidores un aviso claro y obtenga su consentimiento expreso antes de compartir su información más allá de lo establecido por él en su configuración de privacidad”, según informa la FTC.
La red social se comprometió a tener un programa de privacidad completo para proteger la información de los usuarios y ser sometido a auditorías sobre privacidad cada dos años por una entidad independiente.
Facebook se enfrenta a penas de 16 mil dólares cada vez que se detecte que incumple con lo acordado con la FTC.
La Comisión anunció ayer otro compromiso sobre privacidad con Google por el que la empresa del popular motor de búsqueda accedió a pagar 22.5 millones de dólares como multa por infringir una orden de la FTC al rastrear sin consentimiento de los internautas el uso de internet realizado en los navegadores Safari de Apple.