Los atletas transgénero alzaron la voz y fueron aceptados en los Juegos Olímpicos, por lo que ahora la neozelandesa Laurel Hubbard y la canadiense Rebeca Quinn ya pueden presumir que son parte de la familia olímpica, pues ambas participan en Tokio 2020.
Mientras que Hubbard llamó poderosamente la atención por su tamaño al participar en halterofilia dentro de la categoría de más de 87 kilogramos, y desde antes de su participación, fue muy cuestionada si tenía ventajas físicas con el resto de las demás competidoras.
Sin embargo, Hubbard acabó descalificada porque en sus tres intentos fracasó al buscar levantamientos de 120, 125 y 125 kilogramos respectivamente.
Es la primera vez en su vida, después de trece años compitiendo como Gavin Hubbard, que lo hace como Laurel.
Y, con este hecho, se abre una nueva era.
Hubbard se retira del concurso sin metal, pero con un triunfo que supera lo profesional: haber competido como mujer. Con una sonrisa espléndida tras terminar y mostrando su tatuaje del trébol de la suerte, terminaba la que, probablemente, ha sido la competición más importante de su vida.
A pesar de que la lupa estuvo con Hubbard desde que se dio a conocer que estaría en Tokio, no es la única atleta transgénero en la justa nipona, y es que la canadiense Rebecca Quinn es parte del equipo canadiense de futbol que completó una de las hazañas más renombradas en los Juegos.
Canadá eliminó a Estados Unidos en la lucha por el oro olímpico, a pesar de que las estadounidenses eran las máximas favoritas a conquistar el metal dorado.
Quinn, del equipo canadiense, se declaró abiertamente transgénero el año pasado y persona no binaria. Lo proclamó, además, a través de sus redes sociales. Conocida por luchar contra los pronombres femeninos y masculinos, Quinn también ha marcado un antes y un después tras debutar con su selección ante Japón. El cuadro femenino empató contra el anfitrión en el partido más importante para Quinn.
FRASE
“Soy la primera persona abiertamente trans que compite en las Olimpiadas. No sé cómo me siento. Me siento orgullosa de ver Quinn en la alienación y mi acreditación, pero triste por saber que otros deportistas olímpicos no pudieron vivir su verdad” Rebecca Quinn atleta transgénero
Agradece al COI
“Por supuesto no soy del todo ajena a la controversia que rodea mi participación en estos Juegos”, dijo Hubbard. “Por ello me gustaría agradecer especialmente al COI por ratificar su compromiso con los principios del olimpismo y establecer que el deporte es algo para todas las personas, que es inclusivo y accesible”, remarcó.
Pide revisar el reglamento
Anna Vanbellinghen es una levantadora de pesas de la misma categoría de Laurel Hubbard, y no clasificó a los Juegos de Tokio, pero antes de la justa japonesa, dijo que la aceptación de la neozelandesa era una “broma pesada”, y después del resultado final de la competencia, suavizó sus palabras, pero se mantuvo firme.
“Hoy creo que debe prevalecer el espíritu olímpico y le deseo buena suerte, evidentemente, pero mantengo lo que dije anteriormente”, dijo Vanbellinghen a periodistas.
“Creo que es necesario reordenar estas reglas. No tengo nada en contra de la participación de las mujeres transgénero en el deporte, solo espero que podamos llegar a reglas que sean un poco más equitativas y no den tanta ventaja a las mujeres transgénero”.
“Poco a poco, si se nos ocurre algo mejor, estaré satisfecha””, añadió la belga.
Mike Cooper, portavoz de la Federación Internacional de Halterofilia (IWF, por sus siglas en inglés), dijo que la participación de Hubbard en los Juegos era un hito para este deporte.
“Es un día muy importante para la IWF porque los ojos del mundo están puestos en este evento”, dijo Cooper.
“Hay muchas preguntas y estamos muy contentos de explicar cómo y por qué llegamos a desarrollar las políticas transgénero que han permitido a Laurel Hubbard competir junto a otras excelentes deportistas femeninas esta noche”, afirmó.
LEG