Guillermo está feliz de regresar a clases semipresenciales en la ciudad de Oaxaca, Oaxaca.
Tiene nueve años y cursa el quinto grado de primaria en la escuela “Benito Juárez de la calle Macedonio” y a su grupo solo llegaron tres alumnos.
Con el cubrebocas bien puesto, asegura que en casa estaba triste porque no podía salir.
A pesar de que también le gustan las clases en línea, para él es mejor estar con sus maestros y compañeros porque también tienen su momento para jugar juntos.
LES HACÍA FALTA LA ESCUELA
Enrique Vásquez, un padre de familia de la misma escuela de Memo, comparte con el niño el sentimiento de felicidad por el regreso a las aulas de los alumnos.
“Estoy más tranquilo con mi hijo tomando clases, sobre todo por la educación y su salud mental y física, el confinamiento no es opción para ellos y sobre todo en esta etapa de su vida”.
Manifestó que el núcleo familiar es importante, pero ellos tienen que socializar con sus compañeros y desarrollarse como niños que son.
Comentó que su hijo, quien cursa el tercer año de primaria, solo aguantó tres meses con las clases en línea y después ya no quiso tomarlas, quería regresar a la escuela.
Destacó que en la escuela hay filtros desde la entrada principal y en los salones, además de desinfectante en los baños, los docentes vigilan el cumplimiento de las medidas preventivas, lo que les da mayor seguridad a sus hijos.
Grupos para evitar aglomeraciones, y también las alternarán con las clases en línea.
LEG