Foto: Gabriela Esquivel En general, los planteles de primaria y secundaria respetaron la sana distancia en los salones y evitaron aglomeraciones  

Por: Armando Yeferson, Daniela Wachauf y Valeria Chaparro

La pequeña Jimena camina de la mano de su mamá, porta cubrebocas, careta y de su mochila cuelga una botellita de gel antibacterial. La niña se detiene frente a la puerta de su escuela, cierra los ojos y extiende las manos para recibir el líquido sanitizante y poder retomar sus clases de manera presencial.

Entre los padres de familia y sus hijos hay nerviosismo ante la posibilidad de contagios por el Covid-19.

Escenas similares se vieron ayer en planteles del Valle de México, donde se esperaba el regreso a las aulas de los alumnos de educación básica, tras año y medio con clases a distancia.

En la primaria “Jorge Casahonda Castillo”, en la GAM, se instalaron dos corredores: el primero para que los estudiantes pasaran el filtro sanitario y luego ingresaran al plantel; el segundo se habilitó para que los padres acompañaran a sus hijos en el proceso.

Hortensia Ortega, quien llevó a su hijo a la escuela, dijo que los filtros sanitarios fueron ejecutados para detectar posibles casos de Covid-19, y señaló que antes de salir de casa le tomó la temperatura a su pequeño.

“Chequé que no tuviera tos o dolor de cabeza. El regreso a clases está bien, pues en casa estaba sentado viendo la tele, y bueno, si la gente lleva a sus pequeños a fiestas y no los mandan a clases, pues es una incongruencia”, consideró.

En la Secundaria Técnica Número 12 “Guardias Presidenciales”, en la Cuauhtémoc, algunos alumnos portaron ropa casual por ser de nuevo ingreso. Afuera de la escuela, un prefecto con careta gritaba a los papás que se retiraran del inmueble tras dejar a sus hijos.

La señora Laura contó que los maestros les hicieron firmar a los padres que los menores están bien de salud: “Mi hija lleva su kit: gel antibacterial, cubrebocas de repuesto, jabón líquido, careta”.

A un costado del colegio había policías que vigilaban la zona junto con personal del Gobierno local que portaba un chaleco verde.

MOLESTIAS

“Yo no vi ni sana distancia, no hay tapetes sanitizantes, sólo les pusieron gel antibacterial”, se quejó Delia Soberanes, una madre de familia que, puntual, a las siete de la mañana y pese a una ligera lluvia, llevó a su hijo a la secundaria “Sor Juana Inés de la Cruz”, en Cuautitlán, Estado de México.

En la primaria “Frida Kahlo”, en el mismo municipio, los padres de familia llegaron desde las seis y media para limpiar las instalaciones antes de la llegada de los alumnos.

Para evitar aglomeraciones, a las 7:50 horas entraron los alumnos de quinto y sexto grado; 10 minutos después, los de tercero y cuarto; y por último, a las 8:10, ingresaron los niños de primer y segundo grados.

LEG