Por Mónica Villanueva
Con un concepto y un estilo que le permite ser auténtica, la artista Lourdes Villagómez comienza a ganarse un lugar en las galerías de México y otras ciudades del mundo. Colores vivos y mezclados en pequeños trazos perfectos, forman retratos, calaveras y conceptos mexicanos que dejan a la vista satisfecha.
De gustos musicales amplios, desde la ópera a la bachata, pasando por el rock mexicano, la artista mexicana descubrió lejos de su país que su pasión por su cultura y sus raíces son su sello, y en el pincel mojado en acrílico la herramienta perfecta para firmarlo.
En entrevista para 24 HORAS en su estudio se describe como una mujer familiar a la que prefiere el color turquesa sobre otros, que de vez en vez anda en patineta, que comienza coleccionar arte y cuyo hobbie es pintar.
Ver con detenimiento su obra es sumergirse en una intrincada y divertida combinación. Y si uno observa con atención detectará corazones y calaveras, está ultima representa la muerte, a la izquierda del espectador si la persona retratada ha muerto y a la derecha si aún vive.
¿Cómo se definió tu técnica?
En la maestría que estudié en Italia, de pintura y dibujo, tuve la oportunidad de conocer varias técnicas. Era una maestría de tiempo completo de puras técnicas de pintura; ahí fui seleccionando la que más me gustó, que es el acrílico. Pasé por varias, óleo, acuarela, sangrita, 
carbón. Cada quien iba identificando lo que quería hacer y yo me fui con el acrílico y a partir de ahí empecé a desarrollar mi estilo, que es entre cubista, un poco geométrico y también un poco pop.
¿Qué palabra define tu técnica?
No le podría dar un nombre específico. Es un poco cubista por los trazos y un poco pop por los colores; y también en contenido un poco cultural, porque lo que meto es más contenido más que sólo una imagen para ver, sino una imagen que te cuente algo.
¿La sigues perfeccionando?
Es una técnica que ya sé más o menos por dónde, pero siempre van saliendo cosas nuevas, y también una cosa importante es no estancarse en lo mismo, entonces hay que irle cambiando un poco en trazo, tonalidades, siempre esos cambios van generando nuevas cosas. Yo creo que nunca terminas de conocer a la perfección la técnica porque vas evolucionando.
¿Cómo se incorporan los elementos mexicanos en tus obras?
Este amor por representar la cultura mexicana me nace un poco de estar en el extranjero. El extrañar mi cultura, mis raíces, mis tradiciones era algo que yo quería mostrar porque me hacía falta. Viene de estar lejos y de apreciarlo más, cuando te falta le das más importancia. Yo empiezo a tocar este tema de México estando fuera, pero llego acá y quiero seguir haciéndolo, porque investigando cada vez me doy más cuenta de la riqueza que tenemos.
¿Cómo ha sido el proceso para encontrar espacios?
Es un proceso de tocar muchas puertas, de trabajar mucho y de creer que lo puedes hacer, porque muchas veces nosotros mismos nos ponemos esas barreras. Yo empecé a estudiar Diseño Gráfico y no Artes Plásticas porque tuve ese miedo de “de qué voy a vivir”; son varios elementos, pero uno de los más importantes es creer que lo puedes hacer. También prepararte, tener una nueva propuesta y desarrollar un estilo propio.
¿Por qué para ti es más importante la creatividad?
La creatividad es algo que todos podemos tener, pero suele pasar que pensamos que no somos creativos. Todos lo podemos desarrollar. Justo estoy leyendo un libro que trata de cómo hay formas para impulsar cualquier habilidad. Es cuestión de darle al cerebro ese movimiento. Me interesa el proceso que viene antes de la pieza. Yo me muevo más por el contenido y me gusta que la pieza no sólo sea estéticamente bella, sino que te comunique algo. Eso viene en la parte de formar la pieza, de lo que lo va a integrar, es la parte creativa más intensa saber qué lo va a integrar, más que el desarrollo de la pieza.
¿Cuánto tiempo te lleva el proceso para formar una pieza?
Hasta un mes me puede llevar una pieza por todo este proceso anterior a pintarlo y también en la elaboración porque soy muy detallista, procuro que todo me quede muy derecho, doy varias capas. Aunque a veces cuando estoy pintando ya estoy pensando en la próxima obra. Depende también del formato.
¿Qué puede influir en tu inspiración?
Me gusta mucho viajar y tomo muchas fotos de todo, pueden ser texturas que aparentemente no sean nada, pero puede ser que esa textura la incluya en algún personaje o fondo de algún cuadro. Sobre los colores puede ser que vaya al mercado y vea dos frutas y me gustó la combinación y la ocupo. Me gusta mucho San Miguel de Allende y Puebla y me fijo en su artesanía, pero también en la vida cotidiana en la Ciudad de México. Me gusta mucho caminar y observar.
¿Cómo fue la experiencia de realizar el mural con Street Art Chilango?
Fue un proyecto muy bonito. Comex contactó primero a Street Art Chilango y ellos me contactaron a mí. Comex pide que sea una mujer, que trabaje con un estilo abstracto, geométrico, con colores vivos. Buscan sensibilizar a la población femenina para detectar a tiempo el cáncer de mama.
Es muy bonito que lo hagan a través del arte urbano que es para todos. Nos llegan de una forma fácil y muy visual. Todos lo podemos entender.
Es una obra de 45 metros cuadrados que se realizó en 6 días. Yo hice el diseño y a la hora de pintar intervenimos cuatro personas. Fue una experiencia muy llenadora en muchos aspectos. Fue de mucho aprendizaje el trabajar con Street Art Chilango. Traen muy buena vibra, muybuenos proyectos.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Ahorita estoy planeando una exposición para el año que entra, que va a ser sobre retrato. También estoy viendo la posibilidad de realizar otro mural, aquí en la Ciudad de México. Soy un poco nueva en esto del mural, había hecho algunos pequeños para particulares, pero no había hecho uno así tan grande, y puede ser que siga el trabajo con Street Art Chilango.