@guerrerochipres
En la Ciudad de México, la percepción ciudadana sobre seguridad mejora paulatinamente en alineación rezagada, pero cierta, con la tendencia a la disminución de delitos de alto impacto de 47% en promedio, respecto de los primeros siete meses de este año y el mismo lapso de hace dos años.
La incorporación de alcaldesas y alcaldes a la tarea de Gobierno debe potenciar los resultados obtenidos en el combate al delito.
El concepto central es la coordinación con autoridades locales, Federación, denuncia, participación ciudadana y, por supuesto, el mantenimiento tanto de la colaboración entre la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), como la capacidad de esta segunda de mantener la operación de intervenciones directas contra delincuentes de alto perfil, con base en información de inteligencia.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha sostenido, y hay que juzgar la aseveración a partir de los resultados que incluyen datos duros y mejora en percepción, que la estrategia debe mantenerse alrededor de las políticas sociales que se profundizaron en lo que va de esta administración.
Reducir la percepción de inseguridad tiende a ocupar al menos seis meses después de que se haya iniciado la reducción de la incidencia material de los delitos.
Un instrumento riguroso, como lo es la encuesta del Inegi, revela que ante la pregunta “¿qué tan inseguro se siente en la zona donde habita?”, en septiembre de 2020, el 67.2% tenía esa sensación de riesgo, que para junio de este año fue de 62.8%. Una mejoría de casi cinco puntos porcentuales.
Este emparejamiento entre percepción y realidad —expresada esta última en la incidencia delictiva— es resultado de una estrategia compleja a la cual es indispensable el sostén de una determinación política cotidiana.
Este modelo tiene en la división por cuadrantes su cobertura más cercana al ciudadano, y demanda de policías convencimiento y liderazgo para ser interlocutores en la comunidad que vigilan.
Patrullas suficientes, equipadas y modernas son elementos para mejorar la capacidad de prevención e intervención. La dotación de unidades nuevas es de 520, de las cuales 300 ya están entregadas para su funcionamiento, dirigidas a la atención de un centenar de cuadrantes donde se concentra casi la mitad de los delitos de la capital nacional.
Reforzamiento de presencia por alcaldía es parte de la estrategia que ayer, por ejemplo, en Álvaro Obregón, significó recibir, de parte del secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, 48 patrullas y 26 motos, para los 40 cuadrantes.
La presencia policial es inhibidora de delitos. Facilitar los recorridos de los policías es esencial en una estrategia de vigilancia por cuadrantes. Permite recuperar los espacios públicos, pero requiere, siempre, de la denuncia ciudadana.