El Congreso de la Unión declaró el 2021 como “Año de la Independencia”, en honor de la gesta heroica que realizara el pueblo de México entre el 16 de septiembre de 1810, cuando el cura Miguel Hidalgo y Costilla llamó a la población de Dolores a levantarse en armas contra el mal gobierno, y el 27 de septiembre de 1821, cuando el Ejército Trigarante entró victorioso a la actual Ciudad de México, cuyo resultado fue el nacimiento de nuestro país como nación independiente, libre del dominio de la Corona española que dominó el territorio desde 1521, con la toma de la gran Tenochtitlan.
El Gobierno de la Cuarta Transformación ha recogido los ideales de la lucha independentista y los reclamos de justicia que siguen vigentes en ciertos sectores de la sociedad, para generar los cambios que nos permitan estrechar nuestros lazos de unidad nacional. Además, se ha retomado el respeto por la soberanía popular, tanto en materia de política interior como exterior, evitando la interferencia de potencias extranjeras en las decisiones que sólo competen al pueblo de México.
En este sentido, una de las acciones recientes llevadas a cabo por el Congreso de la Unión fueron las modificaciones a la Ley de Seguridad Nacional, para regular las actividades de enlace e intercambio de información entre las autoridades mexicanas y los agentes del extranjero que desarrollan actividades en territorio nacional, estableciendo que, en caso de que un Gobierno foráneo, a través de sus agentes, no acate las disposiciones establecidas para preservar la seguridad nacional, el Estado mexicano podrá suspender la ejecución de los convenios de cooperación bilateral que tenga con el Estado infractor.
Con esta medida se busca evitar la comisión de ilícitos en suelo mexicano, como la privación ilegal de la libertad, la sustracción de habitantes para su traslado a juicios ante otro país, y hechos lamentables como el operativo Rápido y Furioso, por el que de manera ilegal fueron introducidas armas a territorio nacional desde Estados Unidos.
A nivel constitucional, se modificó el artículo segundo, a fin de reconocer a las personas afrodescendientes como parte de la composición pluricultural de México, ya que su importancia en nuestra historia se encuentra atravesada por los abusos de la época colonial, cuando sus ancestros fueron sometidos a esclavitud, y por la marginación y discriminación posteriores que las mantuvo fuera de la dinámica del desarrollo nacional.
Asimismo, en el Senado de la República se han aprobado y remitido a la Cámara de Diputados reformas importantes que deberán seguir su trámite legislativo, como la expedición de la Ley General de Salvaguardia de los Elementos de la Cultura e Identidad de los Pueblos y Comunidades Indígenas, Afromexicanas y Equiparables, y las modificaciones a la Ley General de Educación Física y Deporte, para estimular el desarrollo de la activación y cultura física entre las personas indígenas y afromexicanas, quienes, como en el caso de las y los corredores rarámuris, ponen en alto el nombre de México en el contexto internacional.
Por éstas y otras razones, las conmemoraciones patrias de este año son especialmente importantes, pues para la Cuarta Transformación nuestro pasado no sólo es motivo de orgullo, sino de inspiración para seguir luchando contra las injusticias y por la defensa de nuestra soberanía. Juntos, seguimos haciendo historia.
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