“Vivía en la calle Camarón, colonia del Mar, Tláhuac, éramos tres casas las que residían en ese terreno… el día del sismo del 19 -S sufrió un hundimiento bastante fuerte, como 30 centímetros, algunos castillos sufrieron daños, los muros de la cocina y recamaras se cuartearon”, relata África García, quien hasta tres años después de perder su casa fue reubicada.
“Desde ese momento ya no pudimos ocuparla por el alto riesgo, mientras que las otras dos no registraron daños”, dice la mujer, quien explica que ahora vive en la colonia Miguel Hidalgo, también en Tláhuac, donde tuvo que empezar desde cero junto con su esposo y sus tres hijos.
África recuerda que el día del temblor estaba a punto de comer con su hijo, porque lo llevaría al entrenamiento de basquetbol: “me dirigía a la cocina cuando empezó el sismo… observé como la casa se desmoronaba, todo empezó a tronar, ya traíamos el susto del temblor del 7 de septiembre, fue un schock total”.
Relata que en su peregrinar se sumaron al colectivo Damnificados Unidos de la Ciudad de México, del multifamiliar de Tlalpan, quienes también se vieron afectados por el temblor, y se organizaron con más vecinos para crear la Asamblea de Tláhuac; así fue como las autoridades voltearon a verlos.
Sin embargo, las autoridades capitalinas les explicaron que no podían reconstruir sus casas en esa zona de Tláhuac porque estaban encima de una grieta.
“Buscamos un lugar para que nos reubicaran, hubo una propuesta de un terreno y en este tiempo tuvimos una plática con el entonces comisionado para la Reconstrucción de la CDMX, César Cravioto; se consiguió que esa zona fuera donada”.
Recuerda que la casa donde vivió por 15 años era de su suegra y construyeron tres familias: dos cuñados y ella junto con su esposo.
“Desde que me casé me fui a vivir ahí y empezamos a construir, era una casa bastante amplia y mi vivienda medía más de 100 m2 porque era de dos niveles, le tenía bastante cariño; no queríamos irnos de la colonia, buscamos por todos los medios reconstruir en el mismo lugar, pero no se pudo”.
FRASE
“La anterior casa fue demolida, fue una sensación horrible y la pasé bastante mal, es terrible ver cómo termina todo, prácticamente nos quedamos sin nada. Con la nueva vivienda pagamos el impuesto del nuevo terreno, fueron 130 mil pesos para hacer la escrituración”
África García
Damnificada de Tláhuac
LEG