Foto: Gabriela Esquivel Familiares de los 43 normalistas, amigos y sociedad expresaron su descontento con el Gobierno por el escaso avance de las investigaciones.  

Por: Marco Fragoso, Valeria Chaparro y Arturo Romero

A siete años de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, padres de los jóvenes acusaron que los avances en la investigación son mínimos porque funcionarios de la pasada administración frenan la indagatoria y afirmaron que no quieren esperar más para conocer el paradero de sus hijos.

Durante la marcha de ayer, que partió del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, Mario César González, padre de César Manuel González Hernández, uno de los desaparecidos en Iguala, Guerrero, en 2014, aseguró que hay funcionarios en puestos clave de la actual administración que frenan la investigación que lleva a cabo el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Añadió que existen más de 30 órdenes de aprehensión contra posibles culpables, que por corrupción no han sido ejecutadas.

“Aún hay mucha corrupción y es gente del Gobierno de Enrique Peña Nieto que sigue en puestos clave de la Secretaría de Gobernación y en la FGR, quienes por algo no permiten que la investigación avance”, insistió.

A su vez, Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista, otro de los normalistas desaparecidos, coincidió en que las investigaciones van lentas.

Sin embargo, reconoció que a comparación del Gobierno anterior, la actual administración abrió la puerta al diálogo con los afectados.

“No imaginas el calvario de no saber dónde está mi Benjamín, la incógnita de no saber dónde está su cuerpo, la rabia de saber que la verdad histórica fue una farsa más del Gobierno de Peña Nieto, pero la esperanza es lo último que muere”, expresó.

“VIVOS SE LOS LLEVARON”

Durante la manifestación se apreciaron mantas en las que expresaban el descontento hacia el actual régimen: “AMLO decía que todo cambiaría, mentira, mentira, la misma porquería”.

Ese 26 de septiembre de 2014 aún sigue vivo para muchos de los familiares de los jóvenes.

Eudocia Baranda recordó que aquel día su hijo le dio a guardar dinero y “agárrese para sus gastos”; después, ella le preparó su bebida favorita y le insistió en que no saliera, pero él optó por estar presente “en la lucha; me abrazó y salió de la casa… ya nunca lo volví a ver”.

A siete años, la mujer cuenta que los “llevan con pura mentira”, por ello regresan a la capital año con año, pues “no les dicen nada”. Por eso, dijo, “si mi hijo está muerto, que me lo entreguen de cuerpo entero. Si no, lo queremos vivo, porque vivo se lo llevaron”.

Al llegar a la plancha del Zócalo, durante el mitin, otras madres alzaron la voz: “Mientras no tengamos respuesta, seguiremos manifestándonos”.

Asimismo, recordaron al Presidente que no hay “ni perdón, ni olvido” ante los hechos ocurridos y que pese a que por parte del nuevo Gobierno “hay voluntad política”, no han obtenido resultados claros.

Lo anterior, aunado a que no se han llevado a cabo las órdenes de aprehensión contra los implicados, por lo que enfatizaron que su confianza se ha mermado ante el Gobierno actual e insistieron que no claudicaran en su búsqueda.

 

LEG