El día de ayer se dio a conocer el dato de balanza comercial de agosto en México, registrando un déficit de 3,902 millones de dólares. Las exportaciones crecieron 9% y las importaciones aumentaron 43%. El desempeño del sector automotriz y de electrónicos, afectados por la falta de semiconductores y la cadena de suministros, están teniendo gran incidencia.

En el acumulado del año, se registra un déficit de 6,870 millones de dólares vs 14,573 millones de dólares de superávit en el mismo período del 2020. De continuar así, en caso de no tener el beneficio de las exportaciones petroleras y/o una desaceleración económica que afecte el sector manufacturero en general, que sucederá con la balanza comercial? Se empezarán a deteriorar variables macro, que han dado estabilidad varios años a la economía?

¿Y la salud para los que menos tienen?   

El presidente Andrés Manuel López Obrador busca que se atienda a la población más pobre y afectada mediante el IMSS-Bienestar, motivo por el cual, a su paso por Baja California en junio pasado, afirmó que de 80 hospitales del Instituto que se contabilizan en el país pasarán a 200. 

La promesa se antoja prometedora, pero ¿cómo lograr tal meta si ni siquiera se garantiza la afiliación de aquellos empleados adscritos a proveedoras gubernamentales? Lo cuestiono porque en la 4T persisten compañías acumuladoras de contratos que presentan discrepancias entre los operadores que les han solicitado en diversas dependencias, y aquellos listados en el organismo que dirige Zoé Robledo.

El primer ejemplo lo encontramos en Decoaro y Supervisión, pues a pesar de sumar convenios por más de 54 millones 098 mil pesos en los que le requieren al menos a 700 afanadores, la firma sólo tiene dados a 135 de ellos, sin olvidar el adeudo de cuotas por un millón 294 mil pesos. Esta empresa ya se ha encontrado en el ojo del huracán en otras ocasiones, una de ellas debido a que brindó como domicilio fiscal un departamento en Iztacalco, que tenía poca pinta de centro de despacho.

Pero tampoco se debe perder de vista a Aseo Privado Institucional, que con contratos por 941 millones de pesos en su haber y una suma de 4 mil 800 empleados comprometidos, en su registro obrero patronal solo tiene reflejados a 3 mil 443 (-28%).

En tanto, su plantilla se encarga de la limpia de lugares especialmente sensibles a los contagios de Covid-19, entre ellos la Secretaría de Salud de Jorge Alcocer, y el ISSSTE de Luis Antonio Ramírez.

La Otra Cara del IMSS

El IMSS ha realizado mil 69 trasplantes y procurado 371 donaciones cadavéricas

Al implementar el “Plan de recuperación de los servicios de salud diferidos por la pandemia por COVID-19” se incrementan los procesos de donación y trasplantes.

En lo que va del año, el IMSS ha realizado mil 69 trasplantes, gracias a la procuración de 371 donaciones cadavéricas, así como la generosidad de 452 personas que han donado en vida riñón, médula ósea o un segmento de hígado.

El doctor Pedro Paz Solís, coordinador de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células del IMSS detalló que en este año se han trasplantado 489 riñones, 407 córneas, 128 de médula ósea, 34 de hígado y 11 de corazón; las principales enfermedades que conllevan al trasplante son insuficiencia renal crónica, queratocono (condición que afecta la córnea), insuficiencia hepática y cardiopatías crónicas.

De los trasplantes realizados al 22 de septiembre, la edad promedio es de 35 años, 30% se han destinado a mujeres y 70% a hombres, y se ha beneficiado a nueve menores a partir de un año y medio de edad con trasplantes de hígado.

@1ahuerta