El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó este martes su previsión de crecimiento para México en 2021 a 6.2%, desde 6.3 que estimó en julio. Para 2022, el organismo estima que el PIB presente una variación positiva de 4% desde su previsión previa de 4.2%.
Estos datos coinciden con el pronóstico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de 6.5% y de las proyecciones del Banco de México, de 6.2%, ambas para este año.
Pese a la coincidencia, el FMI comentó la semana pasada, que empresas como CFE y Pemex significan un riesgo para el crecimiento de México y planteo que urge la planeación de la reforma fiscal, una medida que ha dividido al Gobierno y que durante la primera parte del mandato el presidente se ha resistido a debatir por ser un sinónimo de alza de impuestos.
Te puede interesar: Pamela se convierte en huracán y amenaza las costas de Baja California
Para Estados Unidos el FMI recortó su pronóstico de crecimiento para 2021 en un punto porcentual completo, a 6.0% desde 7.0% en julio, un nivel que se consideró como el mejor ritmo desde 1984.
Las previsiones para la economía global también se recortaron a 5.9% desde 6.0% en 2021; en tanto que las proyecciones para 2022 se mantuvieron en 4.9%, de acuerdo al documento “Perspectivas de la Economía Mundial”.
Nuestra previsión de crecimiento para economías de mercados emergentes y en desarrollo es de 6,4% en 2021, una ligera revisión respecto a nuestras previsiones de julio. El crecimiento se moderará hasta 5,1% en 2022.
Más información en el informe #WEO: https://t.co/SSAOerHrFU pic.twitter.com/WYwt3jqX9p
— FMI (@FMInoticias) October 12, 2021
La revisión a la baja del crecimiento en 2021 refleja un deterioro en las economías avanzadas, debido en parte a los trastornos del suministro, y en los países en desarrollo de bajo ingreso, sobre todo debido a la desmejora de la dinámica creada por la pandemia.
Te puede interesar: 20 estados permanecen con menos del 50% en apertura de universidades
El FMI resaltó que esa situación se ve compensada en parte por las mejores perspectivas a corto plazo de algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo que exportan materias primas.
