El próximo 9 de noviembre, el presidente de la República realizará un viaje relámpago a Nueva York. Concentrará su discurso en la sede de las Naciones Unidas, en la isla de Manhattan, sobre lo que considera el mal del planeta: la corrupción.
Aprovechará, claro, para solicitar que la OMS autorice ya las vacunas anticovid china y rusa; se elimine el bloqueo económico a Cuba, se ponga fin al tráfico indiscriminado de armas, y que entre todas las naciones se regule la inmigración.
Nuestro país, a través del jefe de la misión ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, y de la presencia del mandatario Andrés Manuel López Obrador, intentará cambiar la agenda internacional hacia los temas que la cuarta transformación (4T) considera esenciales para que el mundo funcione mejor. La oportunidad histórica la tenemos, porque durante este mes, nuestro país ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad.
La labor realizada en Italia por el canciller Marcelo Ebrard, durante los trabajos del Grupo de los 20, pavimentaron el camino con buenas relaciones para que nuestro mensaje y pensamiento se expanda durante esta magnifica oportunidad. Es recomendable ver el “timeline” del secretario de Relaciones Exteriores en la red social Twitter para comprenderlo mejor.
Lo mismo reconociendo a Martha Delgado y a su equipo por lograr traer a México más de 150 millones de dosis de vacunas, o fotografías con Joe Biden, con el ministro Modi, el director de la Organización Mundial de la Salud, el presidente de Argentina, sus homólogos de Holanda y Brasil, el presidente Jae-in, de Corea, la canciller Merkel y con el presidente Macron.
La desigualdad también será parte del reclamo del titular del Ejecutivo federal a la comunidad internacional y, para el 22 de noviembre, el propio Ebrard expondrá un análisis de cómo la venta indiscriminada de armas en EU ha logrado que éstas estén distribuidas en todo el planeta, especialmente en nuestro país, y que son usadas por la delincuencia organizada y en particular por los cárteles de la droga.
Mientras algunos aquí aseguran que todo va muy mal, en Palacio Nacional ven las cosas muy bien: inicia el mes el presidente de la República, con sesentas (altos) de popularidad, el propio líder del PAN, Marko Cortés, reconoce que solo podrán ganar una gubernatura de las seis en juego, en 2022, el PRI está más dividido que nunca, las tomas de posesión de nuevos mandatarios locales están en curso, y la zanahoria de la izquierda hacia los gobernadores salientes parece que está rindiendo muchos frutos.
La discusión sobre la sucesión de 2024, no está concentrada entre si gana la oposición o el oficialismo, únicamente se habla si será Claudia, Marcelo o Ricardo. Aunque no es un logro gubernamental, se reportan cifras récord en captación de remesas (37 mil millones de dólares entre enero y septiembre) y la revocación de mandato va. Aunque parezca contradictorio, el Gobierno y Morena son los principales interesados para dejar el precedente de que el próximo Presidente tendrá que pasar la prueba.
Será un mes interesante en materia política, y veremos cómo reacciona la comunidad internacional ante el discurso del presidente López Obrador, quien, de estar arrinconado con la pandemia, parece que sacó la cabeza para decir “aquí estoy” y voy con todo. Claro, será criticado por su modo lento de hablar, porque no conoce el idioma inglés, y porque no aprovechó la visita a la Unión Americana para relacionarse con inversionistas y con el mismo presidente Biden, mientras sus seguidores -lo puedo asegurar- aplaudirán la gran pieza de oratoria.
Es una oportunidad, ojalá no la desaprovechen Juan Ramón, Marcelo y el Presidente.
Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
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