Resulta que sí se puede. La semana pasada ante el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador dio muestra de que puede ofrecer un discurso sin apasionamientos ideológicos, sin descalificaciones y sin echar culpas al pasado.
En la Cumbre de Líderes de América del Norte, López Obrador se vio como un Presidente respetuoso de las normas y las formas ya que, contrario a lo que hace en el país, ahora sí uso en prácticamente todo momento, el cubrebocas.
Se le vio y escuchó como un mandatario seguro, un mandatario que entiende las causas de los más vulnerables, que se preocupa por la salud de sus gobernados, que procura a los migrantes, que atiende las políticas para reducir el cambio climático y, respeta la voluntad de los trabajadores.
Sin embargo, la realidad mexicana es distinta. Mientras Joe Biden presumía que en Estados Unidos más de 3 millones de niños de entre 5 y 11 años han sido vacunados contra Covid-19 y que ya compró 10 millones de tratamientos para combatir la gravedad de esta enfermedad; en México, esa misma noche apenas se abrió el registro para vacunar a los menores de entre 15 y 17 años.
Mientras el Presidente de México pedía respetar los derechos humanos de los migrantes en los tres países, en la frontera sur de nuestro país, la Guardia Nacional y los elementos del Instituto Nacional de Migración seguían abusando física y verbalmente de los migrantes que quieren llegar a Estados Unidos.
López Obrador reconoció la importancia de reducir los gases de efecto invernadero y de atender las causas que están generando el cambio climático y sus homólogos resaltaron la importancia de generar energías limpias y de transitar lo más pronto posible a vehículos eléctricos.
Sin embargo, al mandatario mexicano se le olvidó mencionar que su apuesta es seguir generando energía a través de combustibles fósiles, ello con la construcción de una refinería, dejando de lado la inversión en energías limpias.
Los Presidentes de los tres países de América del Norte hicieron hincapié en el respeto a los derechos de los trabajadores en el marco del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá; mientras tanto en México, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se convertía en cómplice de una elección “a modo” en el Sindicato petrolero que ha permitido que personajes cercanos a Carlos Romero Deschamps sigan siendo los líderes seccionales; lo que vulnera el derecho al voto libre y secreto de los trabajadores.
Tras escuchar el discurso de López Obrador en Washington, qué ganas dan de disfrutar del Gobierno que asegura encabezar y de vivir en el país que describió ante sus homólogos de Estados Unidos y Canadá.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
Vaya ironía, las senadoras de Morena que reiteradamente han negado el desabasto de medicamentos oncológicos y han criticado a los padres de niños con cáncer, lucharon en tribuna, ahora, para tomarse una foto con Saúl “El Canelo” Álvarez ¿Acaso no sabrán que el tetracampeón es uno de los principales benefactores de los menores con cáncer?
@aguilarkarina