En España, el fallecimiento de una familia dentro de un inmueble que no estaba adecuado para vivienda y en el que habitaban de forma ilegal, es una tragedia que se encuentra en la punta del iceberg del problema inmobiliario y social de ciudades europeas y cosmopolitas como Barcelona, los okupas.
Este martes, una pareja y sus dos hijos, de tres años y cuatro meses, fallecieron en un incendio al interior de una oficina bancaria abandonada que habitaban junto con otras personas. Según los medios locales, los fallecidos eran una pareja, de 40 y 39 años, que se dedicaba a recoger chatarra, el hombre era pakistaní y la mujer rumana.
Para explicar la situación, la alcaldesa y activista por el derecho a la vivienda, Ada Colau detalló que el local “no estaba en condiciones normales de habitabilidad”, y solía ser la sucursal de una antigua entidad bancaria que “se fue de Barcelona y se desentendió del lugar”.
El siniestro engloba una serie de deficiencias y decisiones que para España, y concretamente Barcelona, forman parte de la canasta básica de problemas sociales acarreados desde 2008.
En ese momento, la crisis económica que detonó la incontrolable deuda del sector inmobiliario dejó a miles de españoles desempleados y sin la posibilidad de pagar una renta o las hipotecas que los bancos facilitaron a manos llenas durante años, lo que también dejó a miles en la calle. Fue entonces que la práctica se popularizó.
Aunque el fenómeno de la ocupación ilegal de espacios y viviendas comenzó a finales de la década de los 60 en Alemania, Inglaterra y Holanda, no fue sino hasta mediados de los 70s que el movimiento okupa llegó a España.
Según el “Manual de Okupación Vol. 1” que utilizan los practicantes, el acto comprende entrar a un inmueble y hacer uso del espacio sin permiso del propietario… aunque en el ejercicio es más complejo, el manual explica desde cómo localizar una vivienda vacía, las herramientas necesarias para allanarla y lo necesario para atrincherarse los primeros días y evitar se echado por las autoridades.
“Detrás de esta tragedia hay una situación de pobreza, de exclusión social y de infravivienda”, reconoció la teniente de alcalde de Derechos Sociales de Barcelona, Laura Pérez, en rueda de prensa tras el incidente.
Existen variantes y organizaciones que se benefician de la acción okupa, pero detrás persiste la necesidad de individuos y familias completas, como la fallecida en el incendio.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
FRASE
“Cuando llegué me puse en contacto con el banco para llegar a un acuerdo, no quería que nadie se enterara que era okupa, la gente te ve mal, pero es lo que hay”
Alicia García
Okupa en Uceda, España
EL COSTO
120, 000
viviendas propiedad de bancos y particulares ocupadas ilegalmente en España hoy en día
14, 000
denuncias relacionadas durante 2019, cifra que aumentó 3% para 2020 por el Covid-19
500 euros
cobran organizaciones, como la llamada narcookupas, por la apertura de viviendas vacías
LEG