José Ureña

En teoría la logística está lista:

La asistencia reservada a 700 delegados en la Ciudad de México, cupo designado para el auditorio Plutarco Elías Calles.

Y subsedes en las capitales de los 32 estados, a donde deberán asistir otros tres mil 700 delegados debidamente certificados por Notario Público.

Lo pendiente, y no previsible según la dirigencia, es el curso de las discusiones y hacia dónde llevarán para incidir en el futuro inmediato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Los cuatro mil 700 participantes, los privilegiados en el Plutarco Elías Calles, los demás comunicados por Zoom, tienen la promesa de exponer inquietudes.

-No hay guion ni cortapisas para la XXIII Asamblea Nacional. Todos pueden hablar, criticar, proponer… -se repitió insistentemente en las más de cuatro mil reuniones municipales, distritales y estatales.

Y si lo dudan, comentan dirigentes estatales, en todos lados habrá representantes del Instituto Nacional Electoral (INE) de Lorenzo Córdova para dar fe de esta apertura democrática.

A LOS ROSTROS DE ALITO Y MOREIRA

Más allá del discurso, se perciben inquietudes.

La principal da en los rostros del presidente Alejandro Moreno y del coordinador camaral Rubén Moreira, quienes manejan el partido como su propiedad:

El principal reclamo es abrir el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y acabar con las decisiones cupulares lo mismo para repartir recursos como candidaturas, diputaciones, regidurías, alcaldías…

Este ambiente se parece al de 1995, cuando en la XVII Asamblea el priismo le puso el candado al arribismo con el requisito de cargo de elección para gobernador y Presidente de la República.

Enfurecido, Ernesto Zedillo –sin antigüedad en las urnas- despidió a Santiago Oñate y a César Augusto Santiago, a quienes vio como líderes de aquel empeño de no repetir su historia y quitarle libertad para la candidatura de 2000.

Aun así, gritó en el Auditorio Nacional:

-¡La línea es que no hubo línea!

Como no es posible predecir el resultado, ojalá hayan servido las clases de política y democracia dadas por personajes como Denise Dresser, Roger Bartra, Sergio García Ramírez, el colosista Samuel Palma y otros.

BARTA, SU VOTO Y LA NUEVA JAULA

1.- A propósito: Roger Bartra, histórico de la izquierda y fustigado en Palacio Nacional por desnudar abusos presidenciales, recibió una pregunta:

-¿Por quién votó usted en 2018?

-Por Ricardo Anaya.

El voto de un izquierdista por un derechista… pero mejor leamos su libro Regreso a la jaula, donde vemos pasar y perder la historia.

2.- Los panistas de Baja California salieron buenos para aplaudir… decisiones morenistas y acciones de la gobernadora Marina del Pilar.

Estos se deshicieron de esa malhadada herencia panista del fiscal Juan Ruiz Hernández y hoy los azules consideran que es un cese justo.

Y 3.- Aquí hemos adelantado muchas malas decisiones del dirigente Mario Delgado en los procesos para postular candidatos a gobernadores en 2022.

La convocatoria hablaba de paridad: sólo dos hombres y dos mujeres por cada estado, pero ahora ha hecho ajustes y hasta 7 prospectos como medida de contener divisiones.

También se prometió anunciar las primeras candidaturas al comenzar noviembre, pero ahora las lleva hasta la Navidad o Año Nuevo.

Y como anunciamos aquí, hizo a un lado al maromero hidalguense Francisco Xavier Berganza, quien ha sido priista, panista, perredista, emecista, verde y ahora morenista.

LEG

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS.