A lo largo de la historia del mundo y los diferentes países que en él conviven, la teoría económica ha evolucionado según las necesidades y diferentes problemáticas que han enfrentado la sociedad y los sistemas económicos. En este panorama, han surgido teóricos y analistas que han tenido relevancia según el contexto político y social de la época. Sin embargo, personalidades como John Maynard Keynes no han perdido vigencia.
Paul Krugman, premio nobel de Economía, retoma la teoría keynesiana para analizar el actual entorno de crisis que se vive en Estados Unidos y, remontándose al siglo XX, cita su trabajo:
“Las deficiencias principales de la sociedad económica en la que vivimos son su incapacidad de proporcionar pleno empleo y su arbitraria y desigual distribución de la riqueza y los ingresos”. 1
En su libro ¡Detengamos esta crisis ya!, Krugman hace una revisión de la crisis que hoy en día ataca a Estados Unidos, haciendo referencia también al resto del mundo, con la idea no sólo de relatar sus causas sino de ejercer presión para que se termine de una vez por todas con la pesadilla. En el caso de Estados Unidos, esta crisis tiene sus orígenes cinco años atrás y aunque ha mostrado indicios de mejoría en ciertos años, no ha logrado una total recuperación en donde se restauren el ingreso real, los empleos y los ahorros, tal como lo detalla el autor. Aunque EU logró cierta recuperación en el año 2009, misma que no ha sido suficiente, países como Irlanda, Grecia, España e Italia no lo han conseguido aún.
Una de las principales causas que, a opinión de Krugman, han hecho tan fuerte y prolongada la crisis es la grave falta de demanda que experimenta la economía de Estados Unidos. Ésta, a su vez, se explica por un bajo nivel de gasto -al no gastarse lo suficiente para aprovechar la capacidad productiva de la economía aumenta el desempleo y bajan los ingresos- por fallos de coordinación en las actividades de los distintos actores y no por deficiencias en la capacidad productiva, y por el hecho de que no se cree aún que grandes problemas económicos pueden tener soluciones fáciles. Este último punto es resultado de la tendencia a pensar que los problemas son necesariamente estructurales cuando en realidad no lo son, tal como lo explica Krugman. No es, por ejemplo, que falten trabajadores calificados -el empobrecimiento de la población es general-, sino que es, por un lado, que el sector privado está gastando menos de lo que gana, lo que hace que la demanda sea simplemente inadecuada.
Ante esta situación, el galardonado premio nobel propone como solución clave que los gobiernos aumenten el gasto, así de fácil, y dejen atrás la fobia al keynesianismo misma que se hace presente en los actores conservadores. A su juicio, en EU es necesaria una política gubernamental más activa, la reducción de los excesos pendientes de la deuda hipotecaria y un gasto temporal en apoyo al empleo. La falta de empleos, según lo que argumenta Krugman, representa la deficiencia de un sistema que hasta en sus buenos tiempos era muy injusto y desigual.
Concluye el autor que la solución a la problemática que enfrentan tantas familias debe darse en tres líneas de intervención activa esenciales: gasto gubernamental, medidas por parte de la Reserva Federal y acciones en el sector de vivienda. Sin embargo, nos pide, al mismo tiempo, que no olvidemos que todo esto será posible sólo si existe claridad intelectual y voluntad política para hacerlo.
“Lo que resulta crucial, más allá de cualquier concreción, es la voluntad de actuar con determinación, de promover políticas de creación de empleo y actuar sin descanso hasta que se consiga la meta…”. 2
*Licenciada en Economía egresada de la Universidad Iberoamericana. Encargada de la coordinación general de proyectos en Contorno, Centro de Prospectiva y Debate. jespinosa@contorno.org.mx
1. John Maynard Keynes en Teoría general de la ocupación, el interés y el empleo. Cita extraída del libro ¡Detengamos esta crisis ya! de Paul Krugman.
2. Paul Krugman en ¡Detengamos esta crisis ya!