El número de personas ocupadas en el mercado laboral del país ha crecido en fechas recientes, pero la mayor parte lo ha hecho en condiciones de precariedad, es decir, con niveles salariales bajos y sin acceso a servicios de salud, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 

Considera que para estimular un mayor incremento del empleo de calidad, debe acelerarse el crecimiento de la economía y mantenerlo a tasas elevadas.

 

Para ello, debe mantener la estabilidad macroeconómica, estimular la inversión y un ambiente de seguridad y Estado de derecho, así como aprobar las reformas estructurales que requiere el país, como la fiscal, la laboral y la energética.

 

En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, expuso que en el segundo trimestre del año la población ocupada creció en poco más de dos millones de personas respecto a igual lapso de 2011, y más de siete veces el aumento que hubo entre 2010 y 2011, según datos del INEGI.

 

Lo anterior es una buena noticia, pues indica que la economía ha podido, con el ritmo de crecimiento que ha mantenido durante 10 trimestres consecutivos, darle cabida a un mayor número de personas en el mercado de trabajo, independientemente del estatus de los trabajadores, ya sean formales o informales.

 

A cambio de esto, continúa, el problema de precarización del empleo sigue vigente, puesto que la mayoría de personas que se ocuparon en el periodo de referencia, lo hizo con niveles salariales bajos y sin acceso a servicios de salud.

 

En el primer caso, las cifras indican que del aumento total de ocupados, dos millones 071 mil 099 personas obtuvieron un empleo con ingresos máximos de tres salarios mínimos, y quienes obtuvieron un salario superior a este rango se redujo en 559 mil 329 trabajadores.

 

En el segundo caso, sólo 34.3 por ciento obtuvo un empleo con acceso a las instituciones de salud, precisa el organismo de investigación del sector privado.

 

Asimismo, resalta que casi 40 por ciento del aumento en la ocupación se concentró en el sector informal (830 mil 422 personas), cifra que contrasta con las 73 mil 355 personas en que aumentó este segmento el año pasado.

 

En opinión del CEESP, parte de la explicación del comportamiento en la ocupación puede estar relacionada con el hecho de que la migración prácticamente se ha detenido.

 

Esto, como consecuencia de la rigidez de las autoridades estadounidenses para controlar la entrada de indocumentados a su país, lo cual se refleja automáticamente en un universo mayor de personas que buscan empleo en el México.

 

Señala que si bien las cifras indican que un importante número de ellas ha conseguido colocarse ya sea en la formalidad o informalidad, quienes no lo han hecho presionan el segmento de desocupación.

 

Esto puede explicar el hecho de que la tasa de desempleo se mantenga en niveles todavía elevados, aún cuando en relación a los dos años pasados se observa una ligera disminución.

 

Para el organismo, un elemento fundamental para estimular un mayor incremento del empleo es acelerar el crecimiento de la economía y mantenerlo a tasas elevadas, para que se refleje en puestos de trabajo de calidad, y así contribuyan a estimular el consumo y una mejor distribución del ingreso.

 

Las condiciones para que esto ocurra se concentran en mantener la estabilidad macroeconómica, estimular la inversión y un ambiente de seguridad y Estado de derecho.

 

Esto requiere cambios importantes en la economía, pues es indispensable una cantidad importante de recursos para hacer frente a estos compromisos, y de ahí la importancia de insistir en las reformas estructurales que requiere el país.

 

El CEESP argumenta que la cifra que dio a conocer el INEGI sobre el ritmo de crecimiento de la economía en el segundo trimestre del año, de 4.1 por ciento, si bien muestra una moderación respecto al trimestre previo, se mantuvo por arriba de las previsiones del mercado.

 

Además, contribuyó para que el promedio de avance de los últimos 10 trimestres, en el que se ha estado recuperando la economía, fuera de 4.7 por ciento, porcentaje que supera el promedio de crecimiento de los 26 trimestres que reportaron avances previo a la crisis de 2009.

 

“El mejor desempeño de la actividad económica podría estar relacionado con el aumento en la ocupación, toda vez que a final de cuentas esto se refleja en el valor agregado de la economía, sea formal o informal. Si esto es cierto, es clara la importancia de estimular el empleo mediante las reformas estructurales”, concluye.