En 2021, la pandemia y la inflación, no son factores que limiten que un gran porcentaje de mexicanos haya planeado o realizado las tradicionales compras navideñas, que van desde regalos, cenas, hasta la adquisición de bienes para uso personal.
Pero también hay un porcentaje considerable de la población que queda al margen del consumismo de la temporada, debido a la situación económica por la que atraviesa.
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De acuerdo con el estudio “Compras de Navidad: una tradición que resiste la pandemia en 2021” realizado por Deloitte, reveló que el 28% de los mexicanos no tiene planeado realizar compras navideñas, de los cuales, el 64% señaló que las condiciones económicas son desfavorables, o bien, se encuentran sin empleo.
Cabe mencionar que, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó que tenían registrados 20 millones 988 mil 50 puestos de trabajo, cifra que, destacaron, se ubica en el nivel más alto en la historia.
Del total de los encuestados que indicó que no participaría en las compras de la época, el 11% señaló que tenía planeado ahorrar o invertir; mientras que el 4% lo atribuyó a la pandemia por Covid-19.
No obstante, el resto de la población sí tenía planeado o realizó compras decembrinas, como el caso de Juan José quien días previos al 24 de diciembre, acudió a la zona céntrica de la Ciudad de México para hacer la compra de regalos y comida para la víspera de Navidad.
Él reconoce que su aguinaldo y parte de sus ahorros, se los gastó en dichas adquisiciones.
“Pues ya que el año pasado no pudimos pasarla bien con toda la familia, ahora que ya casi no hay pandemia, hay que aprovechar y reponer de lo que nos perdimos el año pasado”, externó.
Con un poco más de cautela ante la incertidumbre de lo que pueda suceder hacia adelante y la estabilidad de su trabajo, Adela compartió que ya realizó los gastos fuertes de la temporada, que son los regalos de enero para sus dos hijos.
Sin embargo, para la convivencia navideña y de fin de año, sólo planea reuniones familiares modestas, sin excesos, principalmente, ante los altos precios de los alimentos, pero también para cuidar la economía.
“Gracias a Dios, sí tenemos para gastar, pero todo está más caro. Los 200 pesos diarios con los que salía a hacer mis compras al mercado, se me acaban en una salida y sólo comprando lo justo y ya no me sobra nada”, compartió y precisó que por dicha razón, todo festejo será íntimo.
Por su parte, el joven Eduardo, quien contribuirá en el gastos de las comidas decembrinas de su familia y juguetes para su sobrino, consideró que cada quien debería de darle prioridad a las responsabilidades que tienen.
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“Los gastos personales de Navidad responden a las responsabilidades de cada persona. O sea, un padre de familia que conoce que tiene responsabilidades con su familia, con sus hijos, no va a gastar en sí mismo, tiene que ver por los demás; en cambio, puede ser que las responsabilidades de los jóvenes sean menores, y pues ahí tienen permitido destinarlo para beneficio propio, ya sea que los gaste inmediatamente o lo guarde para el futuro”, reflexionó.
Añadió que los regalos decembrinos son banalidades, ya que no es necesario gastar mucho para pasarlo bien en familia que, refirió, se supone es el propósito de la época.
Como parte de los resultados de la encuesta de Deloitte, entre las prioridades de los mexicanos al momento de realizar sus compras navideñas, destacó la adquisición de regalos (27%), la cena de Navidad (22%), la mejora o reparaciones a la casa (20%), y la ropa (15%).
EAM