La crisis sanitaria por Covid-19 que causó el confinamiento de la población, fue un detonador para que las micro, pequeña y mediana empresas (MiPyMEs) incursionaran o intensificaran su presencia en el mundo digital, modalidad que, pese a la evolución favorable de la pandemia, ha logrado prevalecer hasta estos días en los que ya se permite la apertura de los espacios físicos.
Y es que, tanto los empresarios –o quienes se dedican a atender los negocios–, como los consumidores, encontraron en el mundo digital una manera de vender y comprar, herramientas que les permitieron mantenerse vigentes ante las circunstancias.
De acuerdo con estudio realizado por la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), el 56% de las microempresas, lograron lanzar su canal digital entre 2020 y 2021, precisamente impulsado por la pandemia.
Tal es el caso de Cristina quien, con ayuda de sus hermanas, inició en 2019 un negocio de venta de ropa en su casa, que se encuentra cerca del mercado, escuela y una parada de transporte público, sin embargo, una vez que en 2020 se declaró la emergencia sanitaria tuvo que cerrar por varios meses.
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La joven relata que no le preocupó el periodo de cuarentena establecido por las autoridades, ya que tenía la esperanza de abrir pasados los 40 días de confinamiento, pero la gravedad de la pandemia provocó que se extendiera por semanas dicho plazo.
Sus ganancias y ahorros se acabaron, ya no podía contribuir a la economía, pero tenía gastos personales que solventar, de los cuales, no estaba dispuesta a pedir ayuda.
Ante dicha situación y con temor de un posible fracaso, Cristina recurrió a las diferentes herramientas de las redes sociales para ofertar sus productos, aunque, reconoce que en su inicio fue difícil, pues no recibía respuesta por parte de sus contactos.
“Con todo el temor del mundo de que me rechazaras, me ignoraran, empecé a ofrecer la ropa entre los contactos de Facebook y WhatsApp, para ver qué caía, cualquier venta me ayudó muchísimo”, relata.
En Facebook, inició la página de su tienda de ropa. Ahí compartía álbumes de fotos de los productos que disponía, sin embargo, el alcance fue mínimo. También incursionó en la herramienta Marketplace de la misma red social, y fue ahí en donde obtuvo mayor respuesta, pero el único aspecto que le preocupaba era la cuestión de entregas, pues, en medio del confinamiento, se tenía que desplazar a un punto medio. Sin embargo, se atrevió y logró vender.
En WhatsApp, en un inicio mandaba una galería de fotos a sus contactos, pero la respuesta no fue la esperada, sólo pocos respondían. De ahí, pasó a publicar estados con la disponibilidad de mercancía, pero tampoco observaba respuesta.
Cristina reconoce que se desanimó, pero su familia la animó a que fuese insistente, por lo que a diario actualizaba sus estados de WhatsApp y poco a poco vio que dio resultados, ya que recibía mensajes para pedir informes.
Posteriormente, entre sus mismos contactos que conseguía, ingresaba a grupos de WhatsApp de personas, que al igual que ella, ofrecían diversos productos, pero al mismo tiempo, también lograban comercializar entre ellos.
“Al principio sí me desanimé porque todos me decían ‘Gracias’, pero nadie compraba, pero conforme, supongo yo, mejoraba la situación, me llegaban mensajes pidiendo informes o ya solicitando la venta. Y todo eso ha continuado hasta ahora”, externa.
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A partir del momento en que pudo abrir su local, su respaldo fueron las ventas por redes sociales, ya que tuvieron que pasar otros meses para que la venta en su espacio físico volviera a tener clientes.
Actualmente, Cristina comparte que se ocupa de las ventas que se dan en su local, pero no ha descuidado la parte digital que logró consolidar, pues de ambos recibe ganancias que se complementan.
Según el estudio de la AMVO, en el 85% de las MiPyMEs encuestadas, las redes sociales son el canal más común para las ventas por Internet, además de que en el 43% de los casos ha resultado muy fácil de implementar dicha modalidad como parte de sus estrategias comerciales.
Asimismo, también detallan que entre las principales herramientas de publicidad digitales para impulsar la venta de productos, destacan las páginas (fan page) de Facebook (69%), las cuentas profesionales de Instagram (48%), así como las listas de contacto y los grupos de WhatsApp (38%).