Con la intención de prohibir en las instituciones prestadoras de servicios de salud, la instalación de máquinas expendedoras de bebidas azucaradas preenvasadas y carbonatadas, golosinas y alimentos altos en carbohidratos refinados y grasas, el diputado Martín Sandoval Soto (Morena) propuso adicionar la fracción XII al artículo 115 de la Ley General de Salud.
La iniciativa, enviada a la Comisión de Salud, busca facultar a la Secretaría del ramo a establecer dicha prohibición, porque considera contradictorio tratar de sensibilizar a las y los mexicanos, sobre estos temas, cuando desde las propias instituciones de salud se pone una máquina que les vende estos productos.
Menciona que las repercusiones de la pandemia de Covid-19 han puesto sobre la mesa diversos temas que ahora forman parte de la agenda pública. El riesgo que corren las personas con sobrepeso y obesidad es, sin lugar a dudas, preocupante, porque no solo son más susceptibles a contraer el virus, sino ser hospitalizados e incluso de morir.
El sobrepeso y la obesidad como factores de riesgo han sido ampliamente estudiados, y son una de las causas que han elevado los índices de mortalidad por Covid-19 entre la población mexicana.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México siete de cada 10 adultos, cuatro de cada 10 adolescentes y uno de cada 3 niños tienen sobrepeso u obesidad, por lo que se considera un grave problema de salud pública.
Se estima que 90 por ciento de los casos de diabetes mellitus tipo 2 son atribuibles al sobrepeso y la obesidad. En la actualidad, esta enfermedad se ubica como la primera causa de muerte entre la población mexicana.
Sandoval Soto considera trascendental la alimentación, y en este tenor, las bebidas azucaradas son un riesgo para la salud. Las estimaciones más actuales le atribuyen a su consumo 7 por ciento de las muertes en adultos mexicanos. Es decir, que 7 de cada 100 de los adultos morirán por el consumo de bebidas azucaradas; este tipo de bebidas están al alcance de todos, desde cualquier establecimiento comercial, pasando por las denominadas tiendas de la esquina, hasta las máquinas expendedoras que prácticamente son colocadas en cualquier lugar público o privado.
Subraya que la venta y distribución de bebidas azucaradas preenvasadas, azucaradas carbonatadas, golosinas y alimentos con predominio de carbohidratos refinados y grasas trans, a través de máquinas expendedoras en instituciones que prestan servicios de salud, representa una total incongruencia con las acciones y los esfuerzos que se llevan a cabo para frenar esta problemática.
El objetivo de la iniciativa abunda, es salvaguardar la salud de las y los mexicanos, para que la Secretaría de Salud tenga la facultad de prohibir la instalación de dichas máquinas expendedoras en las instituciones prestadoras de servicios de salud.
Tal situación, destaca, abonaría a desincentivar los malos hábitos alimenticios y minimizar el sobrepeso y la obesidad, cuyo impacto negativo se potencializa en la salud de las y los mexicanos ante contingencias sanitarias como la que estamos viviendo. “Una prohibición así en instituciones de salud, ayuda más que muchos tomos sobre nutrición”, añade.