El gobierno de Estados Unidos suspendió la deportación de una mexicana indocumentada, madre de dos hijos estadunidenses, arrestada por vender tamales en el estacionamiento de una tienda Walmart en Sacramento, California.

 

Julia Vera, abogada de la mexicana Juana Reyes, dijo a la prensa en ese estado que un magistrado federal de migración suspendió la deportación de su cliente, quien es sostén de sus hijos y carece de antecedentes penales.

 

Organizaciones de derechos civiles y de los inmigrantes habían convertido a Reyes en símbolo de una iniciativa que podría convertirse en ley en las siguientes semanas en California. Además, impondría por primera vez en el país límites al programa Comunidades Seguras, que ha deportado a 1.5 millones de personas.

 

La iniciativa Acta de la Confianza impediría que todo migrante indocumentado a residente legal sea deportado por fallas tan comunes como las infracciones de tránsito, y restablece a Comunidades Seguras su sentido original de deportar exclusivamente a indocumentados delincuentes peligrosos.

 

Luego de que la policía de Sacramento arrestó a Reyes por vender en el estacionamiento de la cadena Walmart, autoridades de migración retuvieron más de dos semanas a la mexicana mientras era deportada y sus hijos enviados a diferentes familias para adopción.

 

La mujer, madre soltera desempleada, colocó su puesto frente al estacionamiento de Walmart en Florin Road, Sacramento. La policía en la capital de California informó que durante unos dos años un empleado de seguridad exigió a Reyes que se retirara de las inmediaciones, pero la mexicana regresaba cada vez que la echaban.

 

De acuerdo con la policía, a inicios de julio pasado Walmart exigió que Reyes fuera arrestada, y al ser procesada su información llegó automáticamente a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) mediante el programa Comunidades Seguras.

 

La policía sólo retuvo momentáneamente a la mexicana para cumplir con la exigencia de Walmart, pero al salir del recinto a la calle fue interceptada por agentes de Migración que la arrestaron y la llevaron 13 días a un centro de detenciones.

 

Durante ese tiempo, el condado se hizo cargo de los hijos de Reyes y los ubicó en hogares adoptivos. Ahora Reyes está libre en forma condicional con sus hijos, pero fue notificada que sería expulsada del país.

 

Una coalición de organizaciones tomó como ejemplo el caso de Juana Reyes para exigir al gobernador de California, Jerry Brown, que, si la legislatura aprueba la iniciativa Acta de la Confianza en los próximos 10 días, el mandatario estatal la refrende y convierta en ley.