La tensa calma que se vive en las fronteras de Rusia con Ucrania, donde miles de soldados aguardan órdenes y miran pasar armamento enviado de Estados Unidos o Reino Unido de un lado a otro, en apoyo al exapéndice soviético, se somete a una nueva presión, ahora proveniente de los mares.
Rusia anunció ayer que realizará “ejercicios navales” en enero y febrero en el Atlántico, el Ártico, el Pacífico y el Mediterráneo. El ministerio de Defensa ruso detalló que movilizará más de 140 buques de guerra y de apoyo, más de 60 aviones, mil elementos de equipamiento militar, y que unos 10 mil militares formarán parte de esos ejercicios.
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En el mar Negro, las tensiones tampoco han disminuido. Moscú acusa a Ucrania y a los occidentales de amenazar su seguridad frente a las costas de la península de Crimea, anexada por Rusia. Apenas en junio de 2021, la flota rusa realizó disparos de advertencia contra un destructor británico en ese lugar.
Ayer mismo, y no de forma casual, aliados de Rusia hicieron otros anuncios similares. Irán y China comienzan hoy mismo ejercicios navales conjuntos de tres días en el océano Índico, con miras a reforzar la “seguridad común”.
“Ejercicios de tres días en los que participan 11 unidades navales de Irán, tres unidades de la marina de los Guardianes de la Revolución, tres unidades de Rusia y dos de”, advirtió en la televisión estatal el portavoz de esas maniobras, el almirante Mostafa Tajeddini, de la Marina iraní. Y no dudó en detallar que uno de los principales objetivos es mejorar la capacidad y preparación para el combate de una forma coordinada.
Desde Estados Unidos, el presidente Joe Biden dijo que cualquier ingreso de tropas rusas en territorio ucraniano sería considerado una invasión, aunque agregó que se refería a una “respuesta económica dura y coordinada”.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
FRASE
“Cualquier violación de Rusia a la soberanía de Ucrania nos devolvería a una época peligrosa e inestable (Guerra Fría), cuando este continente estaba dividido en dos, con la amenaza de una guerra total”
Antony Blinken
Secretario de Estado de EU
¿Misma historia que en Crimea?
La crisis en la frontera de Ucrania con Rusia no baja en intensidad, y el escenario preocupa porque es similar al que se vivió en 2014… cuando el país dominado por Vladímir Putin finalmente sí invadió Ucrania y se hizo de la península de Crimea, una zona clave para el acceso a Europa.
Ese conflicto se originó hace ocho años, cuando Rusia invadió dicha zona, un territorio que pertenece a Ucrania pero que, sin embargo, cuenta con una gran parte de su población prorrusa. Los defensores de la cercanía con Putin protagonizaron enfrentamientos; luego se firmó la paz… aunque en los hechos Rusia se anexionó Crimea, pase directo al Mar Negro y, después, al Mediterráneo.
Putin se colgó esa medalla, sin importar las sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea aplicadas al país y sus funcionarios. Barack Obama, entonces, sonaba mucho como Joe Biden, hoy. Y es que Europa y EU también amedrentan con sanciones, lo que no ha parecido frenar a las fuerzas militares rusas, apostándose en la frontera
LEG