Francisco Diez Marina Palacios

En días recientes, la tensión entre Ucrania y Rusia captó la atención mundial debido a la escalada militar rusa en las fronteras ucranianas. Se trata de unos 100 mil soldados, aproximadamente, entre los cuales se encuentran personal de infantería y de fuerzas aéreas y marítimas. Recordemos que Ucrania era parte de la Unión Soviética, misma que se desintegró a finales de 1991.

En febrero de 2014, con un referéndum considerado ilegal por la comunidad internacional, Rusia anexionó la península de Crimea y, desde entonces, Ucrania ha lidiado con grupos separatistas prorrusos en la región, como en Donetsk y Lugansk, en un jaloneo que ha cobrado más de 14 mil vidas. Cabe precisar que el 23 de agosto del año pasado, 46 Estados y organizaciones, entre ellas la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), firmaron en Kiev la creación de la Plataforma Crimea que exige a Rusia la devolución de dicho territorio.

Además de la concentración de tropas rusas, el conflicto ha cobrado otra dimensión en virtud de las declaraciones del presidente Vladimir Putin contra la OTAN, a la que señala de amenazar la seguridad de su país. Estas manifestaciones han despertado cierta inquietud mediática, ya que nos remontan al escenario de la Guerra Fría.

Ucrania es vecino tanto de Europa del Este como de Rusia. Sin embargo, la exrepública soviética comparte profundas raíces culturales y lazos sociales con Moscú. Adicionalmente, buena parte de su población es de habla rusa. En este sentido, Putin ha reiterado en su narrativa que rusos y ucranianos conforman "un solo pueblo".

En este sentido, el líder del Kremlin pretende frenar a toda costa la expansión de la OTAN hacia sus dominios —e impedir que Ucrania se una a dicha alianza—. Asimismo, busca el fin de la actividad militar de la OTAN en Europa del Este. Por otro lado, Rusia ha puesto sobre la mesa un tratado con Estados Unidos que prohíba el despliegue de armas nucleares más allá de sus territorios.

Moscú ha realizado maniobras navales en distintas zonas cercanas a Ucrania para mostrar su músculo militar. Igualmente, tanques rusos se han dirigido hacia Bielorrusia para realizar ejercicios. Occidente teme una invasión, pues Ucrania es un polo geopolítico y estratégico. Rusia ha negado esta intención. De ser así, la Unión Europea advierte que impondrá sanciones.

Tanques, armas y soldados alrededor de Kiev han encendido las alertas en todo el orbe. Moscú y Occidente podrían enfrentarse nuevamente. Pareciera que los vientos de la Guerra Fría resoplan con fuerza. Rusia considera un reclamo histórico y legítimo la recuperación de Ucrania. ¿Nada ni nadie lo detendrá?

El panorama internacional no debe estar marcado por la lucha frontal entre potencias ni un juego geopolítico, sino por un ambiente de permanente diálogo y respeto entre las naciones, con apego a los principios que establece el derecho internacional. En definitiva, son tiempos donde debe prevalecer la paz, no la guerra.

¿O será otra de las cosas que no hacemos?

Consultor y profesor universitario

Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina