Las causas sociales justas son la que forjan un líder y un candidato no lo es si carece de liderazgo, pero, sobre todo, de apoyo social. Las causas de la gente deben ser las de un líder, sentirlas como propias y no sólo simular que las defiende.
Ricardo Monreal está convencido de que en las cárceles del país hay una gran injustica. Conoce que desde el momento de la detención se violan las leyes, la saña con la que se manejan los policías de algunos estados es inhumana y esto debe acabar cuanto antes. Así, la postura del senador zacatecano de continuar luchando contra la injusticia es no sólo loable sino una necesidad en este momento en que se insiste en que todo está bien.
Para nadie es un secreto que haya miles de presos sin sentencia y muchas veces sin razón para ser detenidos. Su delito es ser pobre o bien enemigo del poderoso en turno. Así, en Veracruz se aprecia, desde hace meses, una radicalización de la violencia de las corporaciones policiacas contra la población.
Desde la resurrección de la ley denominada ultrajes a la autoridad se intensificó la violencia contra la población seleccionando a los contrincantes políticos para detenerlos por esta ley que ha sido considerada violatoria, pero que se echó a andar y a los tres días ya había un detenido, casualmente un militante de un partido distinto a Morena, con trayectoria limpia, y candidato a una diputación federal.
Después vinieron otras detenciones con candidatos de oposición y críticos del gobierno estatal, todos acusados del delito de ultrajes a la autoridad.
A pesar de que Ricardo Monreal pertenece a Morena su causa va más allá de su militancia y retoma la bandera de las causas populares para reclamar, incluso a la gente de su propio partido, razón por la cual se viola la ley y se agrede a los ciudadanos.
La conformación del grupo de senadores en favor de la justicia y contra la violación de los derechos humanos de los presos se creó para defender la integridad de los mexicanos, quienes desde hace muchos años padecen la violencia de las autoridades, sobre todo en los penales a lo largo y ancho del territorio nacional.
Monreal dijo; “he afirmado que no voy a ceder en una posición personal, es decir, como Ricardo Monreal, ya no como coordinador voy a continuar defendiendo a las víctimas, Del Río y más de mil asuntos que están por ultrajes a la autoridad”.
Esto se refiere al estado de Veracruz, porque dicho delito es considerado anticonstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de tal suerte que el grupo que se conformó en el senado que presidía Dante delgado, ex gobernador interino de Veracruz, envió una denuncia a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que envió una recomendación al gobierno de Veracruz, y teniendo como respuesta del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la derogación de dicha ley. Situación que todavía no se debate en el Congreso local.
A Monreal lo cuestionan por acercarse a compañeros de otros partidos, que no le son ajenos porque el ex gobernador de Zacatecas ha militado en diferentes partidos, empezó en el PAN, después fue al PRD, luego al PT, posteriormente a Movimiento Ciudadano y finalmente a Morena. La consigna de los partidos políticos no es enfrentarse sino sacar adelante leyes, armonizar para que, entre todos, el país avance.
La tergiversación de las tareas propias de un partido político las ha desvirtuado últimamente el PAN, que en lugar de debatir insulta, y hace de cada discusión parlamentaria un circo; sin embargo, la convivencia entre militantes de diferentes partidos incluso entre legisladores, debe ser armoniosa y no por interactuar con ellos debe considerársele un traidor.
En un sistema de partidos se requiere no sólo de alcanzar lo posible entre todos sino de un liderazgo que haga pensar en las coincidencias sobre las diferencias y esto es lo que ha hecho Monreal en el senado, no tiene enemigos, sabe que hay contrincantes, incluso dentro de su propio partido, pero con todos platica. No es un líder de exclamaciones exaltadas en tribuna sino un orador tranquilo que expone ideas y no improperios.
Cuando la congruencia personal supera la del partido se crean expectativas superiores sobre todo si se está del lado de la población, porque es a ella a la que se debe un representante y un político, lo demás es sólo juego sucio o politiquería. Así lo ha hecho Monreal y comienza a separarse de la línea partidista para acercarse a la población de la que ya no deberá apartarse nunca más.
Porque un legislador, un representante, un líder auténtico se debe a la gente y debe dar la vida por sus causas que son nobles porque buscan la justicia y pugnan por la igualdad entre los seres humanos.
En este escenario los partidos políticos se acercarán a Monreal para tratar de subirlo a sus cuadros con posibilidades de convertirlo en candidato a niveles altos de la política nacional.
PEGA Y CORRE.- También en Morena hay una pugna interna difícil de solucionar y puede afectar las elecciones del 5 de junio sobre todo en Durango, donde la imposición de la candidata, le costó una serie de rechazos a Mario Delgado, a quien las bases cuestionaron por no realizar las encuestas… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.