En lo que va de 2012, el Cártel de Sinaloa, junto con sus células aliadas, ha logrado consolidar su posición en el país frente a los cárteles rivales, luego de que mantuvo las plazas de los estados que tienen bajo su control y, además, ganó presencia en otras entidades, como Chihuahua, Nuevo León, Jalisco, Zacatecas y Coahuila.
Fuentes del gobierno federal subrayaron a este diario que la organización delictiva liderada por Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, aun con los golpes que ha recibido en México y a nivel internacional, se ha visto favorecida en los últimos meses por el repliegue de sus antagonistas o por sus presuntas divisiones internas.
El ejemplo mas evidente de esta situación es el de Ciudad Juárez, localidad que este año ha evidenciado un descenso cercano al 50% en su número total de homicidios dolosos, luego de que se redujeron los enfrentamientos entre lo grupos de la delincuencia organizada.
El diagnóstico de la mesa de seguridad del operativo coordinado Todos Somos Juárez identificó que los sicarios de La Línea, el brazo armado del antes predominante Cártel de Juárez, enfrentaban dificultades para frenar el avance de los soldados de Guzmán Loera.
Gustavo de la Rosa, supervisor para los Derechos Humanos del referido operativo coordinado, reveló en entrevista que si Cártel de Sinaloa no ha obtenido una victoria definitiva en la ciudad es solo porque parte de sus sicarios fueron desplazados hacia Durango, al parecer por un conflicto de tipo interno.
No obstante, dijo que mientras las células de La Línea se mantienen en la zona norponiente del municipio, la gente de El Chapo Guzmán ya tiene el control desde hace varios meses de las rutas de trasiego de drogas en la localidad.
Con el control de la frontera de Ciudad Juárez, además de la de Tijuana, que arrebató hace varios años a los Arrellano Félix, El Chapo ya domina en dos de los tres puntos fronterizos de mayor tránsito con Estados Unidos.
En tanto, autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) confirmaron que en Nuevo León, Coahuila y Zacatecas, territorios históricamente bajo control de Los Zetas, se han establecido células del Cártel de Sinaloa, al mando de Ismael El Mayo Zambada, con el objetivo de disputar esas plazas.
Este avance del Cártel de Sinaloa también se ha visto favorecido por las divisiones en la cúpula de mando del grupo delictivo de Los Zetas, principalmente entre sus líderes Heriberto Lazcano Lazcano y Miguel Ángel Treviño Morales, situación que ha mermado su operatividad frente a grupos rivales.
En Jalisco, los grupos afines a El Chapo, entre ellos el llamado Cártel de Jalisco Nueva Generación, contuvieron al parecer con éxito el intento de Los Zetas y de otras organizaciones que operan en Michoacán para ingresar a ese territorio.
En mayo pasado, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, recalcó que los multiejecuciones registradas en Jalisco y Nuevo León obedecían, precisamente, a la disputa por el territorio entre los principales cárteles.
A todo lo anterior se suma la supuesta alianza que, de acuerdo con órganos de inteligencia de Estados Unidos, podrían haber formado El Chapo con el Cártel del Golfo, antiguos aliados de Los Zetas, para apoyarlos en el enfrentamiento que sostienen desde hace tres años en Tamaulipas.
Se trata de un hecho significativo porque, de forma indirecta, le estaría otorgando al Cártel de Sinaloa el control del tercer punto fronterizo de envergadura con los Estados Unidos que le falta: el de Nuevo Laredo, en Tamaulipas.
Golpes y fiasco
En los últimos meses, autoridades en México y en el extranjero han dado golpes significativos al Cártel de Sinaloa sin que exista alguna merma en la operación de esa organización, además de ser exhibidos cuando creyeron haber capturado al hijo de Guzmán Loera.
Apenas el lunes, el gobierno de Baja California informó que se logró asegurar en Tijuana un millón 54 mil dólares producto de las ganancias de la venta de droga que trafica el Cártel de Sinaloa hacia Los Ángeles, California.
La semana pasada también se informó de la captura de un primo de El Chapo en España; el aseguramiento de una tonelada de cocaína del grupo delictivo en Colombia, y la identificación que hizo Estados Unidos de socios y empresas ligadas a este Cártel en Belice.
En el año se han hecho múltiples anuncios de aseguramientos de túneles en la frontera de México y EU que utiliza el grupo delictivo para traficar drogas y personas y se han asegurado varias propiedades en Sudamérica de grupos ligados a Guzmán Loera.
Sin embargo, dichos logros se vieron opacados por el traspié en que incurrió la Secretaría de Marina en colaboración con la DEA, cuando el 21 de junio presentó la captura de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, El Alfredillo, quien no solo fue identificado como el hijo de El Chapo, sino como el responsable de coordinar el envío de droga a territorio estadunidense.
Un día después, la PGR anunció que el detenido no era quien se había dicho, sino en realidad un joven identificado como Félix Beltrán León, el cual carecía de relevancia en la estructura delictiva del grupo delictivo.