Cuando abandonó la Casa Blanca, hace poco más de un año, Donald Trump se llevó cartas que intercambiaron el expresidente Barack Obama y el líder norcoreano Kim Jong Un, de quien alguna vez dijo “nos hemos enamorado”.
Personal del área de Archivos Nacionales del gobierno de Joe Biden tuvo que ir a buscarlas a la residencia del multimillonario en Florida, reveló ayer el diario The Washington Post.
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Al culminar su mandato, los presidentes de Estados Unidos deben enviar todos sus correos electrónicos, cartas y otros documentos de trabajo a los Archivos Nacionales para su conservación. Pero el republicano decidió llevarse varias cajas a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, según el rotativo.
En ellas había, entre otras cosas, obsequios de líderes extranjeros, una carta que le dejó su predecesor, Barack Obama, y otras escritas por Kim Jong Un.
Donald Trump, primer presidente estadounidense en el cargo en haber conocido a un miembro de la dinastía Kim, mantuvo una relación epistolar con el líder norcoreano, lo que presumía constantemente.
“Me escribió cartas hermosas, son cartas magníficas. Nos hemos enamorado”, dijo el presidente a sus seguidores en septiembre de 2018.
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Además, la semana pasada, los Archivos Nacionales revelaron que el expresidente tenía la costumbre de romper algunos de sus documentos de trabajo no digitalizados, a pesar de que eso está prohibido.
“Entre los documentos presidenciales recibidos por los Archivos Nacionales había documentos en papel que había roto el expresidente Trump”, dijeron fuentes a la agencia AFP, “funcionarios de la gestión de registros de la Casa Blanca habían tenido incluso que pegar con cinta adhesiva algunas de las hojas”.
LEG