El Gobierno federal, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, presenta una deuda de 14 mil 140 millones de dólares con la banca extranjera y organismos internacionales, al corte de diciembre pasado.
De los 18 préstamos, cinco se tratan de refinanciamientos de pasivos y los restantes 13 para proyectos sociales, vivienda, forestales, medio ambiente y otros.
Este monto aumentó casi al doble, en comparación con la administración anterior, pues en 2018, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto las deudas con acreedores internacionales ascendían a 7 mil 899.4 millones de dólares, por lo que, del último año de esa gestión al tercero de López Obrador, el saldo subió 6 mil 240 millones de dólares.
Los bancos internacionales a los que les debe la actual administración son Deutsche Bank, Barclays, Santander, BBVA y Bank of America, según el Informe sobre la Situación Económica, Finanzas y Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El reporte indica que la mayor deuda está con el banco español BBVA por 3 mil 256.9 millones de dólares por refinanciamiento de pasivos.
A su vez, el saldo con el Deutsche Bank, de capital alemán, es de 3 mil millones de dólares por refinanciamiento.
Con el Barclays Bank, de Reino Unido, el Gobierno de la autoproclamada cuarta transformación tiene dos deudas que suman 3 mil 278.1 millones de dólares.
Además, con Santander hay un pasivo de 500 millones de dólares para las necesidades del Gobierno federal. Al Bank of America se le deben mil 482.1 millones de dólares.
Por tanto, el adeudo mayor es con la banca española, BBVA y Santander, acumula 3 mil 756.9 millones de dólares.
Desde el miércoles pasado, el presidente López Obrador abrió un nuevo frente de confrontación diplomática con España, pues señaló a sus empresas, en especial las del sector energético, de ver al país como “tierra de conquista” y sugirió una pausa en las relaciones oficiales con ese país.
FINANCIAMIENTO SOCIAL
A su vez, el país pidió 270.3 millones de dólares a la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para usarlos en el Proyecto de Transformación del sistema productivo en el campo, los mares mexicanos y asegurar la autosuficiencia alimentaria.
Con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuya sede se encuentra en Washington, la Federación tiene una deuda de 813.1 millones de dólares, cuyos recursos se utilizaron en mejorar la calidad de los empleos en México, así como para el “aprendizaje basado en colaboración y diálogo”.
Al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), filial del Banco Mundial y dedicado al combate a la pobreza, se le deben mil 535.4 millones de dólares, cuyos préstamos se utilizaron en más del 90% en políticas de sostenibilidad ambiental, económica y resiliencia urbana.
El resto de los recursos del BIRF fue destinado a proyectos de eficiencia energética en municipios, acceso a vivienda social, fortalecimiento empresarial en paisajes productivos forestales y para modernizar los sistemas de gestión financiera del sector público.
Con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) el pasivo es de 4.1 millones de dólares por proyectos de desarrollo rural en las zonas Mixteca y Mazahua, aunque no se especifica cuáles.
LEG