Por Ángel Álvaro Peña

 

El Presidente de México, en su proyecto que desde hace años abandera de ver primero hacia el sur, ahora revive al ex presidente de Brasil, Inácio Lula da Silva, quien fuera destituido por lo que se llama un golpe de Estado blando y que competirá el próximo 2 de octubre de nuevo por la Presidencia de ese país.

América Latina tiene un lenguaje común, a excepción del país de Lula da Silva; sin embargo, la geografía nos acerca y hermana y hace que el idioma no sea obstáculo para el entendimiento y la proyección futura. Se nos acostumbró a todos los países de Latinoamérica a depender económica, política, cultural y socialmente de un vecino sin más historia que las luchas entre empresas e invasiones a países lejanos. A pesar de ello no faltaron mandatarios del subcontinente que alimentaban lo que consideraron el único imperio planetario como si fuera el reino único.

Ver hacia el sur no es ver hacia abajo, sino abrir la percepción hacia alternativas claras de un nuevo continente, donde no haya dependencia sino cooperación, igualdad en lugar de sumisión, amistad en lugar de servilismo. El hecho de que se reúnan personajes de esta parte del continente habla de un reencuentro no de una nueva amistad sino de la continuidad de una profunda coincidencia en lo bueno y en lo malo que es finalmente la historia común que nos une e identifica.

El encuentro con el fundador del Partido del Trabajo brasileño estaba previsto para enero, pero por problemas de la contingencia sanitaria se pospuso hasta estos días que son trascendentes para la política del planeta.

Quien fuera obrero metalúrgico fue llamado “gran amigo de México”, por el secretario de relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, quien le dio la bienvenida y aseguró que en nuestro país se le quiere y respeta.

Las acusaciones que sirvieron para que le obligaran a dejar el cargo, fueron anuladas hace unos días, por lo que ahora podrá competir por la Presidencia de su país de manera más holgada. Según encuestas, Inácio Lula da Silva encabeza las preferencias para las elecciones.

Este miércoles desayunarán y prácticamente estarán platicando toda la mañana, porque hay muchas coincidencias en su manera de hacer política y llevar a cabo una administración pública que sirva al pueblo, no es un régimen contra nadie sino en busca de equilibrios y que combaten las desigualdades que en momentos álgidos como los que vive actualmente el mundo se convierten en oxígeno para todos. Tampoco debe haber identificación con la tendencia ideológica, la hermandad no se mide por las ideas políticas sino por la historia y la sangre.

El expresidente de Brasil se reunirá el miércoles 2 de marzo con legisladores y el dirigente de Morena, Mario Delgado; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el director General de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, con integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado, entre otras actividades.

Lo hemos invitado al Senado de la República a conversar, como exjefe de Estado, como una personalidad política”, dijo el presidente de la Jucopo, Ricardo Monreal.

Acompañan a Lula la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, así como el senador Humberto Costa y los exministros Celso Amorim y Aloizio Mercadante. Brasil y México constituyen las dos economías más grandes de América Latina y también los dos países más grandes en población y territorio.

Así, la unidad latinoamericana podría dejar de ser un sueño.

PEGA Y CORRE.- Parte de la deuda del sistema colonial del vecino del norte es el pago que realiza ese país a través del esfuerzo de los héroes anónimos que envían el producto de su trabajo a sus familias en territorio mexicano. El capital recibido durante el primer mes del año se elevó 19.6 por ciento interanual a 3 mil 931 millones de dólares… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.