La izquierda toma fuerza en Latinoamérica, pero mientras Xiomara Castro se abre camino en la cruzada contra la corrupción en Honduras con el respaldo de Estados Unidos, y Gabriel Boric se aclimata a la presidencia durante su primera semana de mandato, tras haber recibido los buenos deseos de las representaciones internacionales, en Perú el presidente Pedro Castillo solo encuentra obstáculos.
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Esta semana, el mandatario que apenas supera los siete meses en el cargo se enfrenta a su segunda moción de dimisión, promovida por una bancada de derecha que domina el Congreso. La moción fue aprobada ayer para su debate, tras obtener 86 votos a favor, 21 en contra y 10 abstenciones.
La solicitud la presentaron 50 congresistas de los partidos derechistas Renovación Popular, Avanza País y Fuerza Popular (fujimorista), y el apoyo de legisladores de otros partidos, bajo acusaciones de “traición a la patria” que surgieron después de que el mandatario se mostrara abierto a un referéndum para decidir una salida al mar a la vecina Bolivia.
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En el país, este recurso no es una amenaza vacía, pues en el pasado ya provocó la caída de otros dos exmandatarios, Pedro Pablo Kuczynski, en 2018; y Martín Vizcarra, en 2020. La votación será el 28 de marzo y, de ser destituido, asume la vicepresidenta, Dina Boluarte.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
LEG