Ante la debilidad de la demanda interna y el surgimiento del conflicto bélico en Ucrania, BBVA México ajustó a la baja sus estimaciones de crecimiento para la economía mexicana, pasando de 2.2% a 1.2% para 2022; los efectos de una lenta recuperación afectarían hasta 2023, apuntaron.
En el recorte de sus proyecciones para el Producto Interno Bruto (PIB) nacional en el presente año, también consideraron como motivaciones para el recorte, una política monetaria mas restrictiva y afectaciones en las cadenas globales de valor.
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En el informe “Situación México“, precisaron que los pronósticos para el consumo privado han empeorado ante un escenario del incremento de los precios internacionales de las materias primas y los energeticos.
Además, apuntaron, la inversión se encuentra 19% por debajo de su nivel en 2019, en un entorno de ausencia de políticas públicas que promuevan certidumbre dicho componente de la demanda interna.
Aunado a lo anterior, la tensión geopolítica en Europa del Este, representa nuevas disrupciones en las cadenas de valor y extensiones en los cuellos de botella en diversas industrias.
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BBVA, indicó que México, en comparación con otras naciones latinoamericanas, como Chile, Colombia, Perú y Argentina, que registraron un crecimiento en su actividad económica de 7.0% entre 2020 y 2021, nuestro país se contrajo 2.4%, sugiriendo una lenta recuperación.
“El efecto arrastre del débil crecimiento en 2022 tendrá impacto sobre el dinamismo del PIB en 2023, con efecto extendido de un mayor nivel de precios”, advirtieron.
En ese sentido, también redujeron sus pronósticos de crecimiento para 2023, pasando de 2.7% a 2.1%.
OH