En el tercer mes del año, las ventas al mayoreo de vehículos pesados –que incluyen modelos de carga y transporte de pasajeros– ascendieron a 3 mil 519 unidades, lo que representó un incremento de 39% respecto a febrero.
En tanto, la comercialización al menudeo de vehículos pesados se ubicó en 3 mil 344 unidades, equivalente a un avance de 21.9%.
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A pesar de que las ventas mayoristas y minoristas de vehículos pesados aumentaron en marzo, persiste un desfase entre la oferta y la demanda debido a las irrupciones en las cadenas globales de proveeduría.
Guillermo Rosales Zárate, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, señaló que la industria automotriz sigue teniendo retrasos en el suministro de los vehículos solicitados por los clientes debido a la insuficiencia de producto.
El desabasto en la oferta de vehículos se podría extender en los próximos meses, con posibilidades de mejorar en el cierre de 2022, indicó.
“Si tuviéramos un mayor inventario se pudieran estar comercializando un número mayor de unidades”, añadió Rosales Zárate.
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En tanto, el presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Elizalde Lizárraga, agregó que si bien se ha observado un crecimiento en las venta de vehículos pesados, se trata de una normalización lenta y paulatina que aún no termina de consolidarse, en la que aún prevalecen retos importantes en las cadenas de proveeduría de algunos componentes, tales como los semiconductores.
“En la industria productora de vehículos pesados, la distorsión en la cadena de suministros de los semiconductores se manifiesta de una manera en que son retrasos en la entrega de los vehículos pesados”, refirió.
El representante de los productores de autobuses estimó que para el segundo semestre de 2022 o principios de 2023 se regularizarán las cadenas de proveeduría.
LEG