Atrapado de nuevo por el escándalo de las fiestas ilegales en Downing Street durante los confinamientos, Boris Johnson pidió el martes “disculpas completas”, pero rehusó dimitir, tras convertirse en el primer jefe de gobierno en ejercicio multado por infringir la ley.
El controvertido líder conservador, de 57 años, vio su puesto seriamente peligrar a principios de año por el bautizado como partygate, que llevó a un grupo de diputados de su Partido Conservador a contemplar una moción de censura… hasta que la invasión rusa de Ucrania cambió el foco de atención.
TE PUEDE INTERESAR: Biden acusa a Putin de cometer un «genocidio» en Ucrania
Pero este martes, la policía londinense anunció haber notificado más de 50 multas. Y Johnson, quien había defendido ante el Parlamento que no se infringió ninguna regla, está entre los sancionados.
También lo están su esposa Carrie y su ministro de Finanzas, Rishi Sunak, hasta hace poco considerado favorito para sucederle en el poder, pero recientemente sumido en su propio escándalo debido al ventajoso estatus fiscal de su multimillonaria esposa india.
El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, pidió la dimisión del número uno y número dos del ejecutivo: “Boris Johnson y Rishi Sunak infringieron la ley y mintieron a los ciudadanos británicos”, manifestó en Twitter ayer.
TE PUEDE INTERESAR: La pandemia de covid exacerbó el aumento de ETS en Estados Unidos, dice estudio
Según un sondeo rápido realizado por YouGov a 2.464 adultos británicos, el 57% piensa que ambos deben renunciar y 75% considera que el primer ministro mintió a sabiendas sobre las infracciones.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
LEG