Desde hace cuatro años, la Secretaría de Marina de México y el Pentágono de Estados Unidos tienen firmado un pacto de confidencialidad.
El referido acuerdo se estableció a fin de hacer intercambio en información de seguridad nacional y no revelar las operaciones que deriven de ella a ninguna autoridad gubernamental, institución, empresa, organización e incluso, a un tercer Gobierno.
Tras negociaciones iniciadas en 1981, el Acuerdo General de Seguridad de Información Militar (GSOMIA, por sus siglas en inglés) fue firmado en septiembre de 2008 por Francisco Saynez, secretario de Marina y Paul McHale, subsecretario del Departamento de Defensa, trato que hasta ahora se ha mantenido bajo reserva y vigente actualmente.
Tras la firma del convenio, el Gobierno estadunidense se ha apoyado en la Secretaría de Marina en operaciones clave por encima de otras dependencias mexicanas, como ocurrió con la captura de Arturo Beltrán Leyva, en diciembre de 2009.
Después de la firma de ese convenio, el Gobierno de EU ha preferido el apoyo de la Semar en operaciones clave por encima de otras dependencias mexicanas, como fue el caso del operativo contra Arturo Beltrán Leyva del 16 de diciembre de 2009.
Por tanto, con la existencia de dicho pacto podría explicarse el hermetismo sobre la identidad de los funcionarios del gobierno estadunidense que fueron emboscados en Morelos el viernes 24 de agosto pasado; así como las razones de la presencia del capitán de la Marina.
El contenido del GSOMIA, integrado por 22 artículos, fue filtrado a WikiLeaks a través del cable diplomático 08STATE98436, clasificado como confidencial, hasta ahora inédito.
El acuerdo GSOMIA
El Almirante Francisco Saynez, por parte de la Secretaría de Marina, y el subsecretario Paul McHale, por el Departamento de Defensa, se comprometen a proteger la información de seguridad nacional compartida entre ambas instituciones ya sea por la vía “oral, visual, electrónica, magnética, en forma de documentos o en forma de equipos de tecnología”.