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Foto: AFP | El empresario fuma marihuana en entrevistas y hace cameos en películas  

Ha despreciado sindicatos, se ha burlado de la corrección política y se adhiere a la idea de un Gobierno diminuto. Por eso la avalancha de tuits conservadores felicitando a Elon Musk por su adquisición de Twitter no es una sorpresa.

De todas formas, al ser un tipo que fuma marihuana durante entrevistas, que coquetea con Hollywood haciendo cameos en películas y que reflexiona sobre la destrucción de Marte, no parece probable que sea adoptado como talismán de los políticos tradicionales.

En un Estados Unidos polarizado, la oposición del empresario a las restricciones contra el Covid-19 es a menudo asumida como una demostración de simpatía hacia la orilla republicana, pese a que ha dado muestras que sugieren lo contrario, como su desdén por las medidas severas de control migratorio.

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El hombre más rico del mundo ha criticado al presidente Joe Biden por proponer un crédito fiscal para autos eléctricos fabricados por trabajadores sindicalizados. Además ha ido más lejos al pedir el fin de todos los subsidios federales estadounidenses. Sin embargo ha perseguido vehementemente el respaldo gubernamental y recibido miles de millones en desembolsos para sus compañías. 

El inversor internacional James Hickman ve en Musk un freno a la “tiranía de las minorías”, una especie de nicho de élites tecnológicas, mediáticas y académicas que toman decisiones por el resto de la sociedad y sin embargo “constantemente se equivocan”. 

“Lo que hace a alguien un verdadero libertario es un rechazo absoluto por las etiquetas y ser completamente independiente en su pensamiento. Musk claramente clasifica en esta categoría tanto política como profesionalmente”, consideró.

Otros analistas han sugerido que, a pesar de lo inconsistente que pueda parecer su filosofía política, Musk rara vez controvierte sus propios intereses en los negocios.  Esa teoría debe revisarse con pinzas, en todo caso. Si todo se reduce al dinero, ¿por qué siendo jefe de Tesla, con sus intereses puestos en el negocio de energías limpias, pediría incrementar la producción de combustibles fósiles?

Sus donaciones políticas tampoco se inclinan particularmente hacia un partido o punto de vista. Ha donado lo mismo a pesados demócratas como Hillary Clinton y Barack Obama, que al líder de la minoría republicana en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, y al mismo Partido Republicano. 

Baruch Labunski, experto en marketing en línea y consultor web, dice que, en medio de tanta “evidencia contradictoria”, lo más seguro sería describir la política de Musk como “pragmática”. 

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“Con frecuencia se lo cataloga como un libertario, pero esa designación no describe con precisión al hombre cuyas empresas se han beneficiado de las exenciones fiscales y los subsidios comerciales del Gobierno”, apuntó.

El consultor ve a Musk como una celebridad “fundamentalmente egoísta”. 

“No hablamos de su política porque es especialmente astuto políticamente o porque llama la atención sobre temas que le interesan a la gente del común. Musk puede jugar en la política y sus alrededores porque es rico y es franco”, destacó.

OH