La carrera y las finanzas de Johnny Depp ya estaban en serios problemas antes de que su entonces esposa, Amber Heard, lo acusara de violencia doméstica en 2016, testificó ayer Tracey Jacobs, exagente y el administrador del actor estadounidense.
Declaró que el actor “se convirtió en la estrella más grande del mundo” durante las tres décadas que lo representó en Hollywood, pero su reputación comenzó a decaer después de 2010 debido a su “comportamiento poco profesional”, subrayó.
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El “comportamiento poco profesional” de Depp incluía el uso de drogas y alcohol así como “llegar tarde al set de forma constante en prácticamente todas las películas”.
“A los equipos de producción no les gusta esperar durante horas y horas y horas a que aparezca la estrella. Es una comunidad pequeña e hizo que la gente se mostrara renuente a recurrir a él hacia el final”, acotó.
Alegó que Depp estaba en tal “desesperación financiera” en enero de 2016 que acudió a la agencia para pedir 20 millones de dólares.
“El planteo no se formuló como un préstamo”, indicó, agregando que sus socios le dijeron a Depp que la firma “no era un banco” aunque lo ayudaron a obtener un préstamo a través del Bank of America.
De su lado, Josh Mandel, ex administrador de Depp, fue interrogado sobre las circunstancias financieras del actor y aseguró que estaba “extremadamente preocupado” por la situación financiera de Depp en 2015.
Hubo conversaciones “constantes” con el actor para reducir sus gastos, pero “eso nunca sucedió. Con el tiempo se hizo evidente que había problemas con el alcohol y las drogas y eso se tradujo en un comportamiento más errático”, detalló.
En determinado momento, Depp estaba gastando 300 mil dólares mensuales en personal de tiempo completo y otros 100 mil al mes en un médico y enfermeras para asegurar su sobriedad, indicó.
Mandel estimó que Depp ganó alrededor de 600 millones de dólares durante las décadas que lo representó.
LEG