Héctor Zagal
(Profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana)
El 1° de junio es el Día Mundial de la Leche. La leche nos encanta tanto que tiene su propio lugar en el cielo. ¿Saben de dónde viene el nombre de Vía Láctea? Nuestra galaxia debe su nombre a Hércules. De acuerdo con una versión del mito, Hera estaba encolerizada por el nacimiento de Hércules; ya saben que Zeus es famoso por haber tenido corazón de condominio. Hera no podía desquitarse con el rey de los dioses, pero sí con su reciente conquista: Alcmena. Hera estaba decidida a evitar que Alcmena diera a luz a toda costa, pero sus planes fallaron. Aunque la reina de los dioses tenía un as bajo la manga y mandó a dos serpientes a terminar con la vida del bodoque. Pero baby Hércules poseía una fuerza extraordinaria por lo que nada pudieron las serpientes contra él. Se podrán imaginar la ira de Hera y las carcajadas de Zeus al enterarse de las primeras gracias de uno de sus hijos. Pero no todo eran risas; un oráculo profetizó que Hércules sólo llegaría a ser un héroe, pero no un inmortal. Entonces Hermes, mensajero de los dioses, achichintle de Zeus, toma al pequeño y lo coloca en el seno de una durmiente Hera para que mamara de la leche divina y se volviera inmortal. Pero Hércules mamó tan fuerte que despertó a Hera y ésta lo separó bruscamente de sí, lo que derramó su leche en el cielo. Y aquí andamos.
La leche nos es tan querida que el Homo sapiens es el único mamífero que bebe leche aún después de la infancia. Sin embargo, el Homo sapiens, como casi todos los mamíferos, pierde la capacidad de desdoblar la lactosa en algún momento de su vida. ¿Sabían que se estima que el 75% de la población mundial es intolerante a la lactosa? ¿En qué bando están ustedes?
Es difícil decirle no a un delicioso vaso de leche. No hay que olvidar que la leche fue nuestro primer alimento durante varios meses. ¿Les comparto algunas curiosidades sobre la leche materna? Las madres producen tres tipos de leche. Entre el primer y el quinto día de vida del recién nacido, la madre produce una leche amarillenta conocida como calostro. Esta primera leche está cargada de elementos esenciales para el sistema inmune. Además, ayuda a proteger el sistema digestivo del bebé y le permite defecar con frecuencia, lo que previene que el pequeño sufra ictericia. La segunda leche es conocida como leche de transición y los elementos que la componen (grasas y carbohidratos) ayudan al crecimiento del bebé. Ésta se presenta en la segunda semana de vida del bebé. Después viene lo que se conoce como leche madura, la cual dura el resto de la lactancia y tiene menos anticuerpos, pero mucha más capacidad nutricional y se adapta a las necesidades del bebé en cada momento. Las maravillas de nuestro primer alimento no quedan ahí, parece que cada toma de leche materna se compone de tres tiempos. Primer tiempo: leche acuosa para saciar la sed. Plato principal: leche con alto contenido de grasa. Postre: leche más dulce.
Una vez concluida la etapa de lactancia los seres humanos solemos ser introducidos a otros tipos de leche. La más popular es la de vaca, pero hay muchas más: de cabra, de oveja, de burra, de búfalo, de camello, de yak. Además, están las de origen vegetal (que, en realidad, de leche sólo tienen el nombre): de soya, almendra, arroz o coco.
¿Y la leche bronca? Así se le conoce a la leche recién ordeñada y que no ha sido pasteurizada. En Jalisco existe una bebida preparada con leche bronca y alcohol del 96. Ahora sí se les antojo, ¿no? El pajarete, como se le conoce a esta bebida, es un verdadero desayuno de campeones. Aparte de la leche bronca y el alcohol, se le puede añadir café, chocolate, azúcar, mazapán y vainilla al gusto. Ahora que si ustedes han crecido bebiendo leche de tetrapak, mejor no hagan la prueba; por algo se llama leche bronca.
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
@hzagal