Con una tendencia de agresiones a candidatos, el pasado proceso electoral en seis estados del país para renovar gubernaturas, se reportó con saldo blanco, pese a las acusaciones de los partidos sobre la posible intromisión del crimen organizado.
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De acuerdo con el informe de violencia política de México, elaborado por la consultora Etellekt, aunque ninguno de los postulados fue víctima, tampoco se libraron de amenazas de muerte.
A partir de septiembre de 2021 que iniciaron las campañas y hasta mayo de 2022, se presentaron 85 agresiones, de ellas 11 fueron contra precandidatos y candidatos -9 mujeres y dos hombres- Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, los más afectados; sin descartar del todo a Tamaulipas, Durango.
La inseguridad para los aspirantes fue mayor para los militantes de los partidos de oposición a quien gobierna la localidad. Con el 79% de los casos, lo ocurrido se equiparó con el 2021.
HUBO VÍCTIMAS MORTALES
El análisis de Etellek arroja que, con excepción de uno, los siete políticos asesinados durante el proceso no tenían ninguna relación con las elecciones; se trató de dos exalcaldes, un excandidato a edil, un exaspirante al ayuntamiento, dos militantes en Oaxaca y un supuesto operador de un partido político en Tamaulipas.
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Precisa la consultora, que desde inicios del siglo XX, 81% de las 271 muertes de precandidatos y candidatos a puestos de elección fueron de contendientes municipales.
Los exaspirantes, Armanto Chavarría, de Guerrero, y Rodolfo de la Torre Cantú, de Tamaulipas, forman parte de esa estadística al ser víctimas de magnicidio; ambos contendieron por la gubernatura del estado en 2009 y 2010, respectivamente.
LEG