El primer ministro Boris Johnson, que indignó a propios y ajenos con el escándalo de las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos, sobrevivió hoy lunes a una moción de censura… pero salió debilitado y aún puede verse empujado a dimitir.
Amenazado desde hace meses por este escándalo, conocido como “partygate”, del que durante un tiempo parecía haberse salvado gracias al cambio de foco por la guerra de Ucrania, el controvertido líder británico se enfrentó al veredicto de los diputados de su mayoría conservadora. Pero solo 148 de los 359 diputados de dicha ala votaron contra el primer ministro, que obtuvo 211 apoyos.
Te podría interesar: La Cumbre es para las democracias, no para los matones autoritarios: Bob Menendez a AMLO
Antes, Johnson, de 57 años, conocido por su talento para el escapismo político, se había dirigido a sus filas, a puerta cerrada, en una sala del parlamento de Westminster, para intentar seducirlos.
“En mucha ocasiones se ha dicho que estaba acabado. Puedo reconstruir la confianza. Dejen de hablar de Westminster y empiecen a hablar de la gente que nos envió aquí”, habría dicho según uno de los asistentes.
“El premio de esta noche es enorme (…) lo mejor está por llegar”, agregó, según la misma fuente, insinuando una próxima bajada de impuestos, medida muy popular en un momento de inflación disparada que está estrangulando a muchas familias incapaces de llegar a fin de mes.
Te podría interesar: VIDEO: ¡Disparó! Niño de 12 años asalta negocio a mano armada
Puesto que ha salido triunfante, no se podrá intentar otro voto de confianza interno durante un año.
GR