Ha iniciado la cuenta regresiva del larguísimo periodo de transición del gobierno y con ella, las evaluaciones del gobierno que se va.

 

Con la llegada del priista Enrique Peña Nieto al gobierno, concluyen dos administraciones panistas -la que encabezó Vicente Fox y la que está por terminar Felipe Calderón- con pobres resultados en materia económica.

 

Si se sigue el esquema de calificaciones que se aplica en la UNAM, la evaluación de la marcha económica del país en los últimos 12 años arrojaría una “S”, de “suficiente”. La calificación mínima aprobatoria.

 

La razón es sencilla: El mérito de los gobiernos panistas en el ámbito económico fue dar continuidad a la estabilidad macroeconómica a través de las políticas fiscal y monetaria. La gran decepción fueron los resultados en el crecimiento económico y en el empleo, más allá de las complejas coyunturas externas que les tocó vivir.

 

Pormenorizando:

 

1. Lo más sobresaliente durante las administraciones de Fox y Calderón es la estabilidad macroeconómica. Son notables los buenos resultados de la política cambiaria basada en un régimen de flotación, la baja inflación, el equilibrio fiscal, la política de deuda pública, la acumulación de reservas internacionales y los equilibrios en las cuentas externas. Si bien en el ámbito de los equilibrios fiscales hay un reconocimiento a un manejo prudente dadas las condiciones externas de crisis que se vivió en los años recientes, también se observan preocupantes sesgos al desequilibrio que deberán corregirse pronto. En materia de inflación el mérito de un nivel de precios promedio cercano a 4% corresponde a un banco central autónomo, mientras que la estabilidad relativa de la paridad cambiaria es atribuible al régimen de flotación cambiaria aplicado desde hace más de década y media. Como se ve, no toda la estabilidad macro deriva de las acciones del Ejecutivo.

 

2. La nota mala la dan el crecimiento económico y el empleo. Aun suponiendo que se alcance un crecimiento del PIB de 4% en 2012, el promedio de crecimiento para los seis años del gobierno de Calderón será de alrededor de 2% y el de los últimos 12 años ni siquiera alcanzará 2.1%. Felipe Calderón entregará un crecimiento de la economía peor que el de Vicente Fox (2.15%) y ambos habrán acumulado en este periodo el peor crecimiento económico desde la época de la Gran Depresión y del estallido de la Segunda Guerra Mundial; incluso menor que el registrado durante el periodo que abarcan los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo que fueron sacudidos por graves crisis económicas debido a decisiones internas equivocadas. En materia de empleo los resultados no han sido distintos, la tasa de desempleo durante los seis años de gobierno de Calderón podría situarse alrededor de 5.1% (con una tasa de desempleo urbano de alrededor de 5.5%), cifra que supera en más de un punto porcentual a la que entregó Fox; y, además, con números elevados en materia de empleos temporales.

 

En general las cuentas económicas que entregan los gobiernos panistas no son satisfactorias, incluso asumiendo un entorno externo complejo. Los informes del Banco de México lo han subrayado insistentemente cuando señalan la amplia brecha que separa el desempeño de la economía respecto de su potencial. Y eso -más allá de las explicaciones- sólo es atribuible a quienes nos gobiernan.

 

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