El gobierno de China ha desarrollado tecnología para endurecer la vigilancia a sus ciudadanos pues con esta podrá predecir y por consiguiente evitar delitos.
Este sistema de inteligencia artificial recupera y almacena los datos de los ciudadanos, entre estos sus antecedentes penales, raza, género, enfermedades mentales e incluso su historial de internet y su crédito social.
Todo esto quedará asentado en una base de datos que contendrá 2 mil 500 millones de imágenes faciales.
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En el país las cámaras policiales se encuentran en todas partes, además de que los teléfonos de los ciudadanos tienen rastreadores y son vigilados desde sus chats hasta sus compras en línea, ahora toda esta información junto a las recopilada en la base de datos se utilizará para crear patrones y por consiguiente detectar alteraciones en la vida diaria de los residentes.
Con esta información se espera predecir y evitar delitos, por ejemplo si notan que alguien con antecedentes de consumo de drogas llama con mucha frecuencia algún número o si alguna persona con enfermedad mental se encuentra cerca de una escuela.
Con esta tecnología también será posible evitar protestas pues en caso de que varias personas consideradas de “alto riesgo” sean vistas en el mismo lugar se enviará una alerta a la policía.
“Esta es una jaula invisible de tecnología en la sociedad, y la parte desproporcionada la sienten grupos de personas que ya son severamente discriminados en la sociedad china”, dijo la investigadora sénior de China de Human Rights Watch , Maya Wang, para The New York Times.
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Por su parte, Yin Qi, el creador de la startup China de inteligencia artificial Megvii quien está detrás de uno de los proyectos, aseguró para el medio que este avance resultaría útil y objetivo en la justicia.
“Detrás hay un sistema. Es como el motor de búsqueda que usamos todos los días para navegar en Internet, es muy neutral. Se supone que es algo benévolo”, sentenció.
GR