Sin duda la estrategia de la compañía Benetton de exponer a líderes de todo el mundo besándose no es otra cosa mas que una provocación para llamar la atención.
Tuvieron que recurrir a este tipo de ofensas para que los clientes los voltearan a ver. Benetton es una firma en franca decadencia financiera que no llama la atención ni por su calidad, ni por sus precios, ni por sus diseños. Otras marcas los han rebasado por todos lados y en plena crisis europea, en vísperas de una temporada navideña no se les ocurrió otra cosa más grotesca que ofender países, religiones, instituciones y personas.
No es una campaña noble que en verdad persiga la tolerancia porque de ser así lo hubiesen hecho con montajes de abrazos, saludos, risas y no con falsos montajes de personalidades que hoy se sienten vulneradas y ofendidas.
Para la mala suerte de esta marca, o mejor dicho su mal cálculo, lo que lograron fue que la imagen que han proyectado en su publicidad ha sido de maltrato en lugar de concordia, de ofensa en lugar de amistad y ya cargan con millones de clientes que si tal vez, habrían comprado algo de sus productos en esta Navidad, hoy lejos están de hacerlo.
Ya la Secretaría de Estado del Vaticano ha encargado a sus abogados que emprendan, en Italia y en otros países, las acciones oportunas para impedir la circulación de esos fotomontajes en donde no ofenden solamente en el caso del Papa, a Joseph Ratzinger, ofendieron a 1,165 millones 714,000 de personas católicas que según el censo de 2010 hay en el mundo, es decir, a una de cada seis personas que hay en el planeta.
Si a eso le sumamos los más de 1,500 millones de musulmanes que también se sienten ofendidos por la pobre idea de la fábrica de ropa en decadencia, resulta que solamente en estos dos casos le faltaron al respeto a la casi la mitad de la población mundial por lo que a todas luces aparece la campaña como una patada de ahogado de una firma que si bien ha sido exitosa en otros tiempos, hoy ha tenido que recurrir al más bajo nivel de publicidad que pueda existir.
Cuando un anunciante tiene que ofender a alguien para que los clientes potenciales volteen a ver sus productos, hay problemas. Algo muy distinto de lo que ocurre con Apple en donde los clientes esperan la salida de sus mercancías sin que la marca ofenda ni trate de llamar la atención o provocando a quienes supuestamente tienen que cautivar, ya portales como haztesentir.mx y otros alrededor del mundo llaman a no comprar los productos de Benetton y eso a todas luces parece que no fue una buena idea de la marca cuyas acciones en bolsa han perdido gran parte de su valor y hoy se notan desesperados.
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