Las fuerzas rusas intensificaron los bombardeos en el este de Ucrania durante el fin de semana. Según las autoridades ucranianas, al menos 15 personas murieron tras el impacto de un misil contra un edificio residencial en Chasiv Yar, ciudad de unos 12 mil habitantes al sureste de Kramatorsk.
Hasta ahora 591 civiles murieron y mil 548 resultaron heridos en la región de Donetsk desde el comienzo de la “misión especial” del presidente Vladímir Putin, el 24 de febrero.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó el sábado a Moscú de atacar “deliberada e intencionalmente objetivos civiles, casas, personas (…) Pero aún queda mucho por hacer para que las pérdidas rusas causen realmente una pausa en los combates y una retirada de nuestro suelo ucraniano”.
Por su parte, las autoridades locales acusaron al ejército ruso de incendiar campos de cultivo para arrasar las cosechas, sumándose a pasados señalamientos de ataque a los almacenes de grano en ciudades del sur.
El ejército ruso, que reivindicó a principios de mes haber tomado el control de la región de Lugansk, busca ahora hacerse con Donetsk, lo que le permitiría controlar toda la cuenca minera del Donbás.
LEG