Cuando en su campaña electoral en busca de la presidencia de Estados Unidos, el republicano Donald Trump prometió que habría un muro en la frontera con México para frenar la migración y que lo pagaría nuestro país, la indignación fue total.

De alguna manera, Trump se salió con la suya, porque si bien destinó recursos federales para construir una enorme pared en muchos tramos de la franja fronteriza, también es un hecho que logró que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador destinara miles de elementos de la Guardia Nacional para evitar que los migrantes cruzaran hacia los Estados Unidos.

Funcionó muy bien para los intereses estadounidenses, hasta que la crisis económica disparó el número de personas, mexicanos y extranjeros, que decidieron buscar oportunidades en aquel país.

Seguro que el anuncio que hizo López Obrador en La Casa Blanca, frente al presidente demócrata Joe Biden, debió hacer que Trump se revolcara del coraje.

Con la novedad de que el Gobierno mexicano va a destinar mil 500 millones de dólares, que son algo así como 31 mil 500 millones de pesos, para mejorar la infraestructura tecnológica en la frontera común.

Muy al estilo de este régimen, se lanzaron fuegos artificiales en el tema fronterizo y la discusión se fue hacia la promoción de las gasolineras de Pemex en las ciudades fronterizas mexicanas para que los estadounidenses cruzaran a cargar sus tanques con gasolinas baratas.

Una fantasía si tomamos en cuenta que toma horas cruzar la frontera y que hay desabasto de gasolinas en las ciudades mexicanas en esa franja, vamos no alcanzan las gasolinas ni para los mexicanos. Además de que realmente nadie se enteró en Estados Unidos de este ofrecimiento. Vamos, pocos allá supieron que López Obrador estuvo en La Casa Blanca.

Es un hecho que el Gobierno estadounidense no va a atesorar esa oferta de la promoción del turismo gasolinero como el mejor resultado de la visita de López Obrador, pero sí que lo harán con la oferta del Gobierno mexicano de invertir mil 500 millones de dólares en la frontera.

Porque, hasta ahora, nadie ha dicho si todo ese dinero será para implementar tecnología de detección de ilegales o para mejorar los cruces fronterizos de los camiones de carga, o ambos.

Estados Unidos dijo que sí a incrementar las visas laborales, pero no dijo cuándo.

El Presidente de Estados Unidos tiene un serio problema de popularidad, la inflación tan alta no le ayuda en nada para ser aceptado y la realidad es que en ese terreno tiene muy poco que hacer para apuntarse una victoria.

Tiene, entonces, que dar golpes de efectividad en otros terrenos donde los republicanos le han ganado la partida y uno de ellos es detener los flujos migratorios en su frontera sur.

Por lo que en medio de todas las anécdotas de la visita de López Obrador a la Casa Blanca este martes pasado, lo que queda de utilidad para los demócratas no es la oferta de cruzar la frontera para ir a la gasolinera de Pemex, sino la promesa mexicana de reforzar el muro de freno a los migrantes con mil 500 millones de dólares.

Algo con lo que tanto soñaba el expresidente estadounidense Donald Trump.

 

  @campossuarez