El expresidente Donald Trump y sus tres hijos mayores acudieron este miércoles a una iglesia en Nueva York para dar el último adiós a su primera esposa y madre Ivana Trump que murió la semana pasada a los 73 años por una caída en su casa.
Don Jr, Ivanka y Eric Trump, sus respectivos cónyuges e hijos, participaron junto a su padre y la actual esposa de éste Melania en el servicio religioso católico celebrado en la iglesia de San Vicente Ferrer en el residencial alto este de Manhtatan.
Donald Trump y su esposa Melania, de luto riguroso como el resto de las asistentes, entraron a la iglesia por una puerta lateral, comprobó un fotógrafo de la AFP, rodeada de fuertes medidas de seguridad.
En el interior, Eric Trump recordó a los asistentes que su madre, modelo, esquiadora de clase mundial nacida en lo que fue Checoslovaquia bajo el régimen comunista, había sido “la encarnación del sueño americano” y una “fuerza de la naturaleza”, según relata el New York Post.
Para Ivanka Trump su madre fue una “pionera” –dijo en el servicio religioso– que pretendía ser una “celebración de la vida”, según la invitación recibida por los allegados y amigos.
Ivana Trump, la primera esposa del 45º presidente de Estados Unidos, falleció a causa de las lesiones sufridas “por un fuerte golpe” el jueves, presuntamente al caer, por las escaleras de su casa.
“Era una mujer maravillosa, hermosa y asombrosa, que llevó una vida grandiosa e inspiradora”, escribió Donald Trump, de 76 años, en su publicación en las redes sociales tras conocer el fallecimiento de su exesposa.
“Su orgullo y alegría eran sus tres hijos, Donald Jr, Ivanka y Eric. Estaba tan orgullosa de ellos, como todos nosotros estábamos tan orgullosos de ella. Descansa en paz, Ivana!”, añadió.
El exinquilino de la Casa Blanca destacó la vida “formidable” de esta “trabajadora infatigable”, “bella por dentro y por fuera”, según le contó a la columnista del New York Post, Cindy Adams.
Ivana Zelníčková, su nombre de soltera, se casó con el entonces empresario de la construcción en ciernes en 1977, poco después de llegar de Canadá donde había vivido tras salir de su Checoslovaquia natal.
En los años 1980, los Trump eran una de las parejas más prominentes de Nueva York, con sus extravagantes estilos, en particular ella, haciendo gala de la ostentación de la década con peinados voluminosos y joyas enormes.
Su poder y celebridad creció al ritmo del éxito en los negocios de Trump, al que contribuyó Ivana, que desempeñó puestos directivos en el entramado del empresario.
La pareja se separó en 1992 supuestamente a causa de la relación extramatrimonial de Donald Trump con la actriz Marla Maples, convirtiendo el divorcio en un espectáculo que hicieron las delicias de los tabloides neoyorquinos.
Tras su divorcio, Ivana Trump tuvo una exitosa carrera en los negocios, que se extendieron por el sector de la moda, la joyería, los productos de belleza y una activa publicación de libros.
Se casó cuatro veces, una antes de conocer a Donald Trump y dos después de su divorcio.
LDAV