Una vez más el Gobierno toma la delantera.

El jefe de Palacio Nacional ya tiene listo el lanzamiento de Delfina Gómez en el Estado de México y se apresta a ejecutarlo.

Es un proceso a su estilo.

Primero irá como promotora del movimiento electoral de la federación para hacer presencia formal mientras resarce heridas internas.

Para ello se dan los pasos necesarios a fin de condicionar el respaldo de quienes queden en el camino en la lucha por la candidatura.

Al frente de todos aparece Higinio Martínez, quien se niega a ceder su espacio porque se cree dueño de la franquicia, del Grupo Texcoco y de deudas presidenciales.

Le sigue Horacio Duarte, duro defensor de López Obrador desde el desafuero como jefe de Gobierno y en otras batallas como representante en el IFE y su sucedáneo INE.

Ellos son los de más peso, los más reacios a replegarse por segunda ocasión -en 2017 las posibilidades de victoria eran menores-, pero hay otros marginados.

MORRALLA GUINDA

La larga lista de aspirantes se ha llenado con morralla.

Leal a la instrucción de su jefe, el gerente morenista Mario Delgado colocó otros tres ambiciosos aunque de antemano se sepan escogidos para perder en liza tan desigual.

Ahí está el alcalde de Ecatepec, Luis Fernando Vilchis, muy menor para ser tomado en cuenta desde el Poder Ejecutivo.

Xóchitl Zagal, consejera nacional con presente pero sobre todo con mucho futuro en Cuautitlán Izcalli, el Estado de México y en posiciones legislativas a partir de 2024.

E Hilda Ramírez, colocada al final del listado de corcholatas mexiquenses, pero llamada a respaldar en el Valle de México a la aún secretaria de Educación Pública.

Entienden los momentos cruciales, pero sobre todo cómo se prepara a Delfina Gómez para darle foro de éxito en el fin de cursos con todos los alumnos calificados, hayan asistido a clases o no, hayan aprendido o no.

Para cuando la vida los repruebe no estarán ni Delfina ni este Gobierno para responder.

FRENTE SIN FRENTE

1.- Lo sobresaliente es el llamado madruguete.

Gobierno y Morena están listos para la contienda electoral mientras enfrente ni siquiera se han puesto de acuerdo los partidos del frente Va por el Estado de México.

Bueno, ni siquiera dan pruebas de ir unidos.

Los perredistas carecen de cuadros competitivos, los priistas tienen a dos mujeres -Alejandra del Moral y Ana Lilia Herrera- bajo el supuesto de lanzar a un hombre en Coahuila, y el panista Enrique Vargas juega alto en las encuestas.

Tres buenos abanderados, pero con tres malos partidos atrás por su falta de indefinición, de unidad, de proyecto, de organización, de reglas y, quién lo hubiese imaginado, de afán de victoria.

Y 2.- Hay angustia en la tierra presidencial.

Medio millar de maestros fueron desalojados de la plaza principal de Villahermosa cuando reclamaban mejores prestaciones y pagos pendientes.

La ley garrote, como ellos le llaman, fue aprobada en la primera parte del Gobierno con Adán Augusto López y la aplica su sucesor Carlos Manuel Merino.

Los profesores debieran saberlo: sólo tienen de defensor al sindicato dirigido por Alfonso Cepeda, quien negocia tanto con el Gobierno federal como con los mandatarios estatales.

LEG

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