En medio de la crisis política y social que se hanasentado en territorio venezolano, y que ya llevó a miles a formar parte del éxodo migrante, Enma Pescador ha creado un edén para colibríes en su jardín en Caracas, la capital.
La escena es surrealista: bandadas de colibríes, que se desplazan a entre 50 y 120 km/h, se apoderan del espacio. Son tantos que el zumbido que emiten al batir las alas se escucha nítido.
Desde que comenzó a poner bebederos hace unos 10 años, Pescador ha visto al menos 26 de las 35 especies identificadas en el territorio.
Su relación con los “tucusitos”, como se conocen en Venezuela, comenzó en 2009 luego de renunciar a su trabajo de chef principal en un lujoso hotel.
Como ama de casa, decidió dedicarse a su jardín cuando sus hijos emigraron, ha rechazado su oferta de casarla de Venezuela. “Esto no lo tendré en ningún otro lugar”, dice sonriente.
LEG