La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, llegó este martes a Taiwán, ignorando las advertencias de China, que amenazó con represalias, y aseguró que llegó en son de “paz para la región”.
“Venimos a Taiwán en amistad, venimos en paz para la región”, declaró Pelosi, de 82 años, el miércoles durante una reunión con Tsai Chi-chang, vicepresidente del Parlamento de Taiwán.
La visita muestra el “apoyo incondicional” de Estados Unidos a la isla, aunque “no contradice” la política de Washington hacia China, explicó el gabinete de Pelosi, que pertenece al partido del presidente Joe Biden y es la segunda en la línea de sucesión presidencial.
La cancillería taiwanesa también aseguró que la visita muestra el apoyo “sólido” de Washington a la isla, de 23 millones de habitantes.
La reacción de China, que considera a Taiwán como una provincia rebelde, no se hizo esperar. La cancillería afirmó que Estados Unidos estaba desplegando acciones “extremadamente peligrosas” y amenazó con represalias.
Unas horas después, convocó al embajador estadounidense Nicholas Burns y le dijo que el país “no se quedará de brazos cruzados”, según la agencia de noticias estatal china Xinhua.
“Taiwán es el Taiwán de China”, reiteró el viceministro de Asuntos Exteriores, Xie Feng, al diplomático estadounidense.
“El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China está en alerta máxima y lanzará una serie de acciones militares selectivas para (…) defender la soberanía nacional y la integridad territorial y frustrar la interferencia externa y los intentos separatistas de ‘independencia de Taiwán'”, afirmó el portavoz del ministerio de Defensa en un comunicado.
China indicó asimismo que sus aviones caza habían cruzado el martes el estrecho de Taiwán, aunque según las autoridades taiwanesas se trata de 21 incursiones en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), más vasta que el espacio aéreo de un país.
Autoridades militares en Washington indicaron que varios buques de guerra estadounidenses surcaban las aguas de la región de Taiwán.
EEUU “pagará el precio”
China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla.
Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Pekín como representante de China, aunque siguió dando respaldo militar a Taiwán.
Pelosi, que realiza una gira asiática, es la más alta funcionaria estadounidense en visitar Taiwán desde su predecesor Newt Gingrich en 1997.
La posibilidad de esa escala puso al rojo vivo las tensiones entre las dos superpotencias.
“Estados Unidos cargará con la responsabilidad y pagará el precio por socavar la soberanía y la seguridad de China”, indicó unas horas antes una portavoz de la diplomacia china.
Rusia afirmó que China tiene “el derecho de tomar las medidas necesarias para proteger su soberanía” y consideró la visita de Pelosi a Taiwán como una “provocación”.
China se ha abstenido este año de condenar la invasión rusa de Ucrania, que enfrenta una dura resistencia apoyada por las potencias occidentales.
La “reunificación” de China es un objetivo prioritario para el presidente chino, Xi Jinping, quien la semana pasada le dijo formalmente a Biden por teléfono que evitara “jugar con fuego”.
Para respaldar su mensaje, el ejército chino difundió el lunes en internet un video de tono marcial que muestra a soldados gritando listos para la lucha, combatientes despegando, paracaidistas saltando de un avión o una lluvia de misiles que aniquilan varios objetivos.
Las tensiones provocaron el martes la caída de los mercados mundiales de Asia a Europa y Estados Unidos, con bajas en las principales bolsas y monedas, aunque el petróleo se cotizó al alza.
“Derecho” de visitar la isla
Incluso el avión que la trasladó a Taiwán fue el más seguido en la historia del sitio web Flightradar24, de rastreo de vuelos.
La visita de Pelosi fue objeto de todo tipo de conjeturas en los últimos días y el gobierno taiwanés no la incluyó en su agenda.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo el lunes que Pelosi tenía el “derecho” de viajar a la isla.
“No hay motivo para que Pekín convierta una posible visita, congruente con la política estadounidense de hace tiempo, en un tipo de crisis”, añadió.
Kirby advirtió de la posibilidad de que China lleve a cabo demostraciones de fuerza que podrían incluir el disparo de misiles en el estrecho de Taiwán o incursiones a “gran escala” en el espacio aéreo taiwanés.
El ministerio de Defensa de Taiwán aseguró que el territorio cuenta con “decisión, capacidad y confianza” para proteger la isla.
LDAV