La tendencia al alza de los precios de bienes y servicios menos volátiles sugiere que la alta inflación en México tiene factores internos significativos, como el rubro de alimentos, bebidas y tabaco, que en la primera quincena de agosto tuvo su mayor avance porcentual a tasa anual desde la segunda mitad de diciembre de 1999, según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
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En su reporte semanal, el organismo destacó que las mayores presiones para la inflación general se originaron por la llamada inflación subyacente, al significar el 69% del indicador general.
La inflación subyacente elimina los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, como los agropecuarios, energéticos y tarifas gubernamentales, como las de luz o agua; es decir, solo mide aquellos que no están sujetos a decisiones de carácter administrativo, estacionalidad o alta volatilidad de los mercados, como mercancías no alimenticias, colegiaturas o vivienda.
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La inflación subyacente en la primera quincena de agosto avanzó 0.49%, y a tasa anual llegó a 7.97%, la más alta desde la segunda mitad de noviembre de 2000 (8.09%).
Banxico explica que cuando algunos precios de la canasta básica varían de manera inesperada por decisiones de carácter administrativo, estacionalidad o alta volatilidad, tienden a alterar la trayectoria de crecimiento de los demás, lo que distorsiona la medición general de la inflación al no reflejar su comportamiento normal en el mediano plazo.
Por ello, para tener una medición más estable se calcula el componente subyacente, ya que da más certidumbre al ser una mejor aproximación de cómo se comportarán los precios en el mediano plazo a fin de facilitar la planeación y toma de decisiones de consumo, ahorro e inversión. Por esta razón, Banxico pone mucha atención al componente subyacente cuando toma sus decisiones de política monetaria.
El CEESP agregó que mientras que en México la inflación subyacente es el origen del 69% de la inflación general, en Estados Unidos sólo explica el 50%.
El Gobierno ha adjudicado la inflación al alza de los precios internacionales de materias primas por los efectos de la guerra en Ucrania, como los energéticos, de ahí que se indique que se trata de una inflación importada, que responde más a choques de oferta, que de demanda.
El centro de investigación sostuvo que el plan gubernamental para estabilizar precios continúa siendo nulo, pues la inflación avanzó 0.42% en la primera quincena de agosto frente al periodo previo, pero el subíndice de los productos del programa federal subió 1.1%.
LEG