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Foto: Gabriela Esquivel / Entre flores, catrinas y cráneos gigantes, los ciudadanos aprovechan para tomar la foto  

Como cada año en esta temporada, Paseo de la Reforma se ha pintado de naranja, con la colocación de miles de flores de cempasúchil que anuncian la inminente llegada del Día de Muertos.

Y poco a poco, bajo los árboles comienzan a llegar las catrinas, pese a que todavía faltan dos semanas para la fecha en que, según la tradición, los fieles difuntos regresan a este mundo terrenal a visitar a los vivos.

Por aquí y por allá, no falta quien se toma la selfie teniendo de fondo el Ángel de la Independencia o la Diana Cazadora, enmarcado en la línea naranja de las cempasúchil sobre el camellón.

Por si no bastara con eso, los tradicionales mexicráneos han vuelto a esta icónica avenida, la más turística de la ciudad, permitiendo a chilangos y a visitantes tomarse tantas fotos como obras de arte encuentra en su camino.

Así, se van preparando las cosas rumbo al Gran Desfile de Muertos, de reciente aparición, pero que ha permeado entre los capitalinos y es esperado con ilusión.

 

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