José Ureña
 

Nadie lo dudaba:

Las campañas por las gubernaturas de Coahuila y Estado de México estarán llenas de lodo, de infundios, de descalificaciones.

Pero lo no esperado era ver a morenistas contra morenistas, en una miserable guerra negra y pública en pos del poder.

El escándalo mayor es del senador Armando Guadiana, quien involucró en carta pública al vocero presidencial Jesús Ramírez en la campaña en su contra.

El asunto tiene lógica:

Contiende en el seno del partido de Estado contra Ricardo Mejía, quien como subsecretario de Seguridad maneja expedientes e investigaciones.

Y así, en redes sociales y con el presunto aval de la Presidencia, se ha ligado al empresario y financiero morenista Guadiana de nexos sospechosos y operaciones ilícitas.

Pretenden imponer a Mejía con el dedazo de Palacio Nacional, argumenta el legislador.

CANDIDATO SUSTITUTO

Pero hay más de morenistas contra morenistas.

A los diezmos escamoteados a los trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco -aportaciones a Morena, les llama López Obrador- se han revivido otras acciones indebidas de Delfina Gómez.

Desvío de recursos, escamoteos, éstos hechos por el propio ayuntamiento de Delfina Gómez con recursos provenientes de pensiones alimenticias para madres de familia.

La campaña en tiempos adelantados sufre otros ataques: se esparce la versión sobre supuestas enfermedades de la exalcaldesa, razón por la cual no se le ve en cruzada permanente.

También es falso: según esa especie primero fueron problemas del corazón y ahora males cancerígenos pero, con permiso de Don Juan Tenorio, “la enferma que vos enfermáis goza de cabal salud”.

Ante el presagio de guerra intestina, desde Palacio Nacional se decidió enviar a Horacio Duarte como presunto coordinador de la campaña de la favorita perenne de López Obrador.

Aquí hay una confusión:

Entre el morenismo mexiquense el Grupo Texcoco ha difundido otra especie: Horacio Duarte no va a enderezar una campaña, sino a jugar de sustituto de la extitular de la SEP.

El oficialismo tiene para dar y repetir, razón por la cual se da tiempo de patrocinar espectaculares con varias leyendas como ésta: ¡YA SE VAN! Los corruptos de siempre. Es tiempo de Morena.

Presagio de tiempos de tormenta.

CORCHOLATAS DEL PRD

Todo mundo quiere o cree tener sus corcholatas.

Las del Presidente están a la vista desde hace muchos meses y no con simpatías crecientes entre la población.

Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard aparecen día tras día en ocasión tras ocasión en una lucha inútil porque el desenlace será dedazo.

Ricardo Monreal, quien rechaza ser corcholata, debe crear su propia ruta porque va contra el sistema, la imposición, las falsas encuestas, las mentiras y la democracia morenista inexistente.

El PRI ya presentó a sus principales cartas: Alejandro Murat con sus resultados en Oaxaca; Ildefonso Guajardo con su experiencia económica; José Ángel Gurría con su gran currículum mundial; Enrique de la Madrid con su visión de futuro… y así.

Pero falta el PRD y ya prepara su propio desfile de aspirantes, entre los cuales sólo se ven dos, Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera.

LEG

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